BÉISBOL

Mayora: «Soy un bateador más hecho y más experimentado»

por Avatar

El joven que era Daniel Mayora no quería ir a la Liga Mexicana de Beisbol. Llegar allí significa conseguir mejores contratos que con una filial de alguna organización de Grandes Ligas; pero también es, tradicionalmente, hacer a un lado la ilusión de pisar un terreno de las mayores. El venezolano se aferró al sueño y nadie puede decir que no ha intentado hacerlo realidad. 

Desde los 19 años de edad, con los Rockies de Colorado, hasta los 29 con los Dodgers de Los Ángeles, trató de demostrar que podía tener un locker personalizado en un clubhouse del gran show. Quién sabe por qué nadie le terminó de dar la oportunidad. Sus números fueron buenos. En 10 campañas en el sistema menor dejó promedio de .290, OPS de .766 y 1103 hits en 1027 juegos. 

«Siempre me han dicho que México es una liga difícil», comentó a El Nacional, mientras rodaba por alguna vía del país azteca junto con su nuevo equipo, los Generales de Durango. 

«Además, no quería venir porque a los jóvenes se les puede hacer complicado. 

Es una liga con muy buenos lanzadores». 

Ya con 32 años y un largo curriculum que incluye destacadas actuaciones en Doble A, el beisbol venezolano e Italia, Mayora llegó justo a tiempo para retar los endemoniados curvones de los brazos mexicanos. Y las cosas le están saliendo bien. 

En 63 encuentros y 247 turnos legales, su promedio de bateo es de .360 (el quinto mejor del circuito), .939 de OPS, 37 carreras remolcadas y 8 cuadrangulares. 

Mayora se ha convertido en un apellido recurrente en las páginas de los periódicos mexicanos y es uno de los peloteros invitados al Juego de Estrellas el domingo en Campeche. 

«Ahora soy un bateador más hecho, más experimentado. 

Eso me ha ayudado bastante contra el montón de pitcheos rompientes que uno ve aquí», explicó el antesalista, que también ha defendido la inicial. 

«Me siento bien. Mi salud está bien y eso me ha mantenido», acotó. 

Además de sus 32 juegos consecutivos dando al menos un hit, que amenaza la marca absoluta de un venezolano (44 de César Tovar, en Venezuela, entre las temporadas 1970 y 1971), llama la atención el poder de sus conexiones. 

«Solamente he tratado de hacer swing fuerte. Yo sabía que podía dar algunos batazos grandes, pero solo quería poner la bola en juego», dijo. «Pero comentando con los compañeros me di cuenta de que ser un poco más agresivo con el swing podía traer otros resultados».