La cosmopolita ciudad de Los Ángeles, en el suroeste de Estados Unidos, es reconocida por ser la cuna de los rodajes cinematográficos más famosos del mundo; así como también por sus playas y la gran cantidad de turistas que la visitan.
En cuanto a beisbol, presenta un rico historial. Ha albergado por años a los predilectos Dodgers, así como también a los Angelinos, labor que ha compartido con su vecina Anaheim.
A partir de esta noche, la urbe volverá a vestirse de gala para recibir en el Dodgers Stadium, por segundo año corrido, al menos un par de juegos de la Serie Mundial 2018 que protagonizan los locales contra los Medias Rojas de Boston.
Aunque son los patirrojos los que podrían filmar su propia película taquillera, al mejor estilo de Hollywood, si logran salir airosos en dos oportunidades durante su estadía en California.
La escuadra que dirige el puertorriqueño Alex Cora se presenta a la cita con la ventaja de 2-0 en la serie y con el favoritismo que le otorgan las probabilidades, pues durante la actual postemporada de las Grandes Ligas, Boston no sabe lo que es caer como visitantes después de cinco desafíos.
Los Dodgers, por su parte, cuentan con el argumento favorable de que en los vigentes playoffs, su casa les ha sido de gran utilidad. O al menos así lo hace creer el récord de 4-1 que ostenta en los cinco compromisos frente a su fanaticada.
Para intentar comenzar a revertir la historia, en la que ningún equipo con desventaja de 0-2 en una Serie Mundial ha podido titularse campeón, el manager Dave Roberts le entregará la bola al que terminó siendo su héroe inesperado en la ronda regular: el novato Walker Buehler.
El derecho de 24 años de edad destacó en el juego siete de la Serie de Campeonato frente a los Cerveceros de Milwaukee a pesar de no poder completar las cinco entradas para quedarse con la decisión.
En aquella oportunidad lanzó 4.2 innings, con 6 hits, una carrera limpia y 7 ponches.
Su contraparte será Rick Porcello, quien cuenta con la confianza de Cora, con todo y que en su última salida no cumplió en su labor de apaciguar a la difícil toletería de los Astros de Houston.
Se espera un choque de alta intensidad en Los Ángeles, frente a un público ansioso de éxitos después de 30 años de sequíay que podría extenderse.