BÉISBOL

En las rocas, por favor

por Avatar

Los teléfonos de Scott Boras reventaron con llamadas que preguntaban por los servicios de Carlos González. No es necesario estar en las oficinas del agente más reconocido del beisbol para saber que fue así, pues hasta él mismo lo admitió. El historial del móvil debe tener las horas de las conversaciones con gerentes de los Azulejos de Toronto, los Orioles de Baltimore, los Astros de Houston y los Medias Blancas de Chicago. Quizás también de otras organizaciones más.

Ninguna de esas llamadas curiosas logró sacar al jardinero venezolano del vasto océano de la agencia libre, en donde estuvo a la deriva desde el final de la campaña pasada, cuando caducó su contrato por 7 años y 80 millones de dólares con los Rockies de Colorado.

Después de tantas hipótesis, negociaciones, conversaciones infructuosas y apretones de manos, CarGo volverá al mismo lugar en el que ha brillado: firmó un contrato por un año con Colorado, según el periodista Jon Heyman, de FanRag Sports. La organización no ha confirmado la especie y tampoco se conocen los detalles del pacto; no obstante, un reporte del Bob Nightengale, de USA Today, reseña que se llegó a un acuerdo por 8 millones de dólares.

Desde que el zuliano se zambulló a las aguas de los desempleados debido a su rendimiento en la campaña 2017, se suponía que su próximo contrato no iba a ser multianual e iba a estar cargado de menor cantidad de dinero que en años anteriores. En una campaña de 162 juegos, González posee una media 29 cuadrangulares, 96 carreras remolcadas, .288 de promedio y .857 de OPS (sumatoria de embasado y slugging). El año pasado dejó los siguientes guarismos: 14 vuelacercas, 57 fletadas, .262 de average y .762 de OPS. Fue evidente la caída.

Luego de vencerse el contrato de 7 años, los Rockies nunca le cerraron las puertas a CarGo. Esperaban retenerlo. Aunque también lo evaluaron bien. Si el contratado resultaba ser el inicialista Mark Reynolds, los rocallosos se iban a olvidar del marabino, pues Ian Desmond se ocuparía del jardín izquierdo y Gerardo Parra, quien ha caído en gracia del cuerpo técnico y el tren directivo, se quedaría con la pradera derecha.

Pero ahora, con la reciente firma, se espera que Desmond baje a la primera base, Parra esté en el bosque izquierdo y González vea mucho tiempo en el derecho. Sin embargo, existe la posibilidad que no sea estelar como antes. Colorado tiene una sobrepoblación de jardineros en el róster de 40. Están los titulares Charlie Blackmon y Parra; Raimel Tapia y Mike Tauchman buscan un lugar; y Yonathan Daza, David Dahl y Noel Cuevas están a la espera.

González cuenta con 32 años, una edad muy útil en las mayores, y no saldrá del volátil Coors Field que tan bien conoce, y en donde ha conectado 129 de sus 215 cuadrangulares de por vida. Allí tiene average vitalicio de .329 y .999 de OPS. ¿Si va a renacer por qué no hacerlo en el lugar donde vio la luz como estrella de las mayores?

Ver a CarGo con otro uniforme tendrá que esperar, tal vez sea el próximo año o quizás nunca. Todos los destinos están congelados. Para él, 2018 será bebido en las rocas, como 9 de sus 10 campañas en la gran carpa.


LA CIFRA

.329 Es el promedio de bateo vitalicio de Carlos González en el Coors Field, hogar de los Rockies de Colorado, el estadio más amigable para los bateadores de las Grandes Ligas.