BÉISBOL

Juan Graterol es el héroe anónimo del pitcheo caraquista

por Avatar EL NACIONAL WEB

El primer lugar que ocupan los Leones del Caracas en la actual temporada de la Liga Venezolanade Beisbol Profesional tiene al staff de lanzadores como su principal protagonista.

Aunque la ofensiva ha respondido, han sido los monticulistas los responsables directos del buen inicio y así lo indican las estadísticas colectivas. El pitcheo melenudo llegó a la jornada de ayer con 2.98 en promedio de carreras limpias admitidas cada nueve episodios, la mejor para cualquier equipo después de haberse completado el primer tercio de campaña.

Si ha habido un factor clave para el desempeño exhibido por los lanzadores capitalinos ese ha sido la labor detrás del plato del experimentado receptor Juan Graterol.

El toletero de 29 años de edad llegó este año a los Leones procedente de los Tigres de Aragua en el famoso cambio que involucró a Jesús Aguilar y Henry “Pollito” Rodríguez y lo único que ha hecho es rendir y ayudar a sus compañeros a destacar sobre el morrito.

“Graterol es tremendo cátcher. Para mí ha sido muy importante desde que llegó al equipo. Conoce muy bien la liga, recuerda a los bateadores y los lanzamientos que les hemos hecho. Siempre habla con nosotros antes de los juegos y tener al alguien como él nos ayuda mucho”, dijo Albert Suárez, uno de los abridores más efectivos del conjunto capitalino y quien no ha dudado en darle crédito al careta en cada una de las salidas que ha tenido y en las que ha sobresalido.

Graterol ha sido reconocido a lo largo de su carrera por su defensa, misma que le ayudó a convertirse en otro integrante de la legión venezolana en las Grandes Ligas hace un par de campañas atrás con los Angelinos de Los Ángeles y que este año lo llevó de nuevo a ascender con los Mellizos de Minnesota.

Con el control. Aunque esta campaña todavía no ha demostrado su potencial para retirar a corredores en intento de estafarse una almohadilla, ha sido su manera de llamar al juego y de planificar cada turno lo que lo ha anclado como titular indiscutible de la posición dos caraquista.

“Estoy sumamente contento con la confianza que me han brindado de jugar a diario desde que llegué y con los resultados obtenidos. Yo solo he tratado de darle continuidad a un esquema que ya venían trabajando los demás. Más que un mérito individual ha sido colectivo. La constancia que tenemos todos de salir a ganar día a día nos ha ayudado mucho”, comentó el jugador oriundo de Maracay, estado Aragua.

La ausencia obligada por lesión de Ramón Cabrera le brindó la oportunidad a Graterol de asumir la receptoría a diario de los Leones, e incluso lo llevaron a participar en seis encuentros consecutivos sin descanso, una situación que no lo afectó para nada a pesar de lo exigente de la posición y la alta actividad que tuvo en Estados Unidos durante el verano.

“Son cosas con las que uno tiene que lidiar en esta profesión. Desde que me levanto me preparo tanto mental como físicamente con el único objetivo de ayudar a mi pitcher a ganar. Eso ha sido lo primordial, buscar cómo ajustarme a él y que él se ajuste a mí, algo que no es fácil. Ellos me dan el crédito a mí y yo le doy el crédito a ellos porque hemos realizado las cosas como familia y todo nos ha saldi muy bien gracias a Dios”.

Si bien a “el Grate”, nombre de mote en el beisbol, se leha reconocido su trabajo con la mascota; con el bate tampoco ha desentonado. Pues en sus primeros 11 juegos como león dejó .270 de promedio con 7 carreras impulsadas, esta última cifra ya es de por sí la segunda mejor de su carrera en ese departamento tras las 12 que remolcó con el uniforme de los Tigres en la zafra 2016-2017, pero en 31 partidos.

Breve ausencia

Antes de reportarse a los Leones, Graterol firmó un contrato de ligas menores con los Rojos de Cincinnati, equipo que no le estableció ningún tipo de restricciones; sin embargo, si los melenudos logran avanzar a la postemporada el careta se ausentará a principios del próximo años para tramitar su residencia norteamericana y espera estar de vuelta en no más de cinco días.