La llegada de Manny Machado e Ian Kinsler al conjunto de los Padres de San Diego, conjuntamente con el inminente ascenso de las noveles figuras Fernando Tatis jr y Luis Uría, ocasionaron que muchos se cuestionaran sobre la continuidad de José Pirela.
La idea de que el venezolano fuera puesto en asignación, cambiado o hasta dejado en libertad fue sopesada por la organización californiana durante el receso entre temporadas, sobre todo porque 2018 no fue un buen año ofensivamente hablando.
Por fortuna para Pirela, ninguna de esas opciones fue viable para los Padres, que prefirieron conservarlo al menos para el inicio de campaña y esa confianza les está siendo devuelta con creces, al menos durante la primavera.
El polivalente toletero es ahora mismo el bate más encendido de los clérigos y ha llegado a demostrar incluso un poder inesperado. El .407 de average, .448 de porcentaje de embasado (OBP), .963 de slugging y el .1411 de porcentaje de slugging (OPS) que ostentaba hasta antes de la jornada de este miércoles, eran las cifras más altas entre sus compañeros que acumulaban mínimo 25 turnos legales.
Sus 11 imparables de la misma manera eran cifras topes en San Diego y las 8 pisadas al plato, el segundo mejor registro. Todo esto sin contar los tres cuadrangulares, dos de ellos conseguidos en un mismo desafío, que solo son superados por los cuatro del dominicano Aderlin Rodríguez e igualados por el también quisqueyano Francisco mejía.
Este elevado desempeño del jugador de 28 de edad ha hecho que el manager Andy Green esté buscando la manera de colocarlo más tiempo en juego de lo que se tenía previsto y hasta a abierto el debate sobre una posible titularidad.
“Estamos tratando de encontrarle el mejor lugar en el campo para aprovechar su bate. Él fue realmente bueno para nosotros hace dos torneos. Golpea la pelota con fuerza y lo hace consistentemente. Si puede conseguir elevar más la bola va a tener mucho éxito”, le dijo Green al periodista Bill center del blog Friar Wire.
Aunque fueron palabras de elogio hacia el madero de Pirela, para el capataz hay algo más invaluable en su dirigido y es la mutabilidad que muestra para defender casi todas las posiciones del terreno y, además, la entrega con la que asume cada desafío.
“Probablemente sea uno de los pocos jugadores que tenemos que pueda cubrirte en un verdadero plantel de 25 jugadores. Puede rotarse entre los jardines y el infield. Eso te da muchas opciones en el banco. Su valor realmente reside en la versatilidad», esbozó el ex pelotero y ahora líder de los religiosos.