El presente y el futuro de la segunda base venezolana está en juego en la postemporada de Grandes Ligas. José Altuve y Gleyber Torres, además de ser defensores seguros, constituyen la bujía ofensiva de sus novenas.
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Los Astros cuentan con Altuve entre los primeros tres puestos de la alineación en estos playoffs. Entre la Serie Divisional y la Serie de Campeonato el camarero batea para .370, con 3 cuadrangulares, 5 carreras impulsadas y 4 anotadas.
Altuve se convirtió en el segunda base con más cuadrangulares en la postemporada (11) al superar a Chase Utley (9).
El jugador nacido en Puerto Cabello, estado Carabobo, bateó en la temporada regular para .298, con 31 bambinazos, 74 empujadas y 89 registradas.
La novena sideral cuenta con la ofensiva del venezolano para poder dejar en el camino a los Yanquis de Nueva York.
En los duelos contra el conjunto neoyorquino ha bateado tres indiscutibles en siete turnos al bate.
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Gleyber Torres, el bateador con más consistencia de los Yanquis, ha sido de vital importancia para su organización en esta postemporada.
Torres exhibe promedio de .409, con 2 cuadrangulares, 9 carreras fletadas y 6 anotadas. El camarero fue el verdugo de los Mellizos de Minnesota.
El caraqueño de 22 años de edad se convirtió en el jugador más joven de la historia en postemporada de los Mulos en impulsar cinco carreras en un partido.
Contra los Astros, Torres ha despachado 4 inatrapables en diez turnos al bate, de los cuales uno fue cuadrangular.
El futuro del Clásico Mundial de Beisbol
La titularidad en la segunda base de la selección de Venezuela para el Clásico Mundial se la disputarán entre ambos jugadores. Altuve tendrá 32 años de edad y Torres 25 años.
Si la trayectoria de ambos peloteros continúa como en este 2019, los dos asistirán. Pero ¿quién será el titular?
Altuve tiene consistencia con el madero, exhibe 5 temporadas bateando por encima de 300 y está a 32 imparables de conseguir los 1.600 hits.
Mientras, el nativo de Caracas, en su segunda campaña en las mayores, deslumbró a los aficionados con su juego rudo y el madero aporreador.