Darle a la bola y que recorra más de cien metros en la dirección correcta, siempre en fair, es una demostración de poder y autoridad. Pero no es un privilegio reservado solo para los fuertes. Muchas veces los jugadores que no encajan en el perfil de un slugger tienen contactos tan buenos que el sonido y la distancia del batazo hacen que cualquier jonronero sienta un dejo de envidia.
No hay que extrañarse si alguno de esos forzudos cela, al menos por una noche, los cuadrangulares de Gregor Blanco, Elvis Andrus y Marwin González.
De los tres, Blanco es el que debuta como jonronero en la campaña. Se la sacó en el primer inning a Zach Davies para guiar por el camino de la victoria a los Cascabeles de Arizona 4 por 0 sobre los Cerveceros de Milwaukee. Fue una buena noche para el patrullero, pues conectó dos imparables más para cerrar de 4-3 con una carrera remolcada y dos anotadas. David Peralta ligó de 4-1 e impulsó una.
En el bando lupuloso, Jesús Aguilar se fue de 3-1, así como Orlando Arcia, y Hernán Pérez de 3-0. Esta noche, 8:10 pm, el abridor Junior Guerra regresará de la lista de lesionados. El derecho tuvo un tirón en la pantorrilla derecha durante el Opening day.
Nuevos jonroneros. Aunque inusual, la demostración de fuerza ha sido constante esta zafra en Andrus y González. Incluso ambos tienen el ritmo para establecer topes personales en una campaña.
El primero sacó su sexto vuelacercas a pesar de que los Rangers de Texas cayeron 6 por 2 frente a los Medias Rojas de Boston. Está a solo dos de su récord, conseguido el año pasado. El camarero Rougned Odor se fue de 4-1.
González llegó a 11 bambinazos y ayudó a los Astros de Houston a vencer 7 por 6 a los Tigres de Detroit. Gracias a la tabla, el utility fletó 2 carreras y acumula 28. También le faltan 2 para empatar su tope de cuadrangulares, establecido en 2016. Su compañero José Altuve ligó de 3-1 con una anotada.
Por la causa felina, Miguel Cabrera bateó de 4-2 y pisó el plato una vez, y Víctor Martínez se fue de 5-1.