No es el jugador con más experiencia. Tampoco es el bateador con mayor poder. Ni siquiera su contacto es considerado el más excelso del equipo; aunque aún así está llamado a ser quien guíe la ofensiva nada menos que de los Yanquis de Nueva York y su nombre Gleyber Torres.
Un reportaje de la cadena Yankee Entertainmen and Sport Network (YES por sus siglas en inglés), indicó que el venezolano tiene todo en sus manos para convertirse en el líder nato del conjunto más emblemático del beisbol, incluso por encima de Aaron Judge, Giancarlo Stanton y el propio Luis Severino. Sobre todo, si puede demostrar que su rendimiento en su primer año en la liga no estuvo acompañado por la Diosa Fortuna.
Steven Tydings, periodista del medio, alabó la capacidad que tiene el caraqueño para adaptarse y producir en cualquier puesto de la alineación, incluido el noveno turno, mismo que ocupó mayoritariamente durante la postemporada anterior. Aunque argumentó que pese a su buen desempeño Torres no puede estar atado a estar siempre al final del orden al bate.
“La salida de Andrew McCutchen abre un cupo en el inicio del lineup.Se espera que Aaron Hicks lo llene en el comienzo de la temporada. Aún así, Torres tiene el poder y las habilidades para trabajar en cualquier lugar para Aaron Boone y podría tener sentido si lo coloca como el bateador número 1 o 2 en algunas ocasiones”, explica el comunicador que le hace seguimiento a los Bombarderos.
El razonamiento de Tydings fue avalado por el propio Gleyber Torres tan pronto como en su estreno en los partidos de exhibición, cuando el sábado en su primer turno como segundo bateador de los Yanquis conectó un jonrón solitario.
No fue la fuerza una virtud que acompañó al toletero de 22 años de edad en su paso por las ligas menores; fue su habilidad y su enfoque sobre el plato lo que lo llevaron a ser considerado uno de los mejores prospectos. No obstante, su repentina explosión de poder al momento de su ascenso ahora lo colocan como uno de los paleadores con tendencias a culminar campañas con doble dígito en jonrones, una situación que tiene a los neoyorquinos regodeándose.
Asignación pendiente
La gran duda, si se le puede llamar así, en la incipiente carrera de Gleyber Torres pasa por su defensa. La campaña anterior culminó como uno de los peores segunda bases del circuito tras cometer 12 errores en 109 juegos y dejar un -1 en carreras salvadas; sin embargo, sobre el final de la campaña arrojo síntomas de mejoría y su breve mudanza al campocorto, su posición natural, lo llevaron a lucirse con varios lances que aparecieron entre las mejores jugadas de la semana.
La llegada de DJ LeMahieu suponía una presión extra sobre los hombros del novato, tratándose del mejor camarero defensivo de la Liga Nacional durante los últimos dos años y también un bateador capaz de generar dividendos interesantes; empero, la lesión en el codo de Didi Gregorius y la falta de ritmo del experimentado Troy Tulowitzki le dan la posibilidad de tener una primavera menos agobiante, que lo impulse a trabajar para consolidarse y adueñarse de la posición seis del infield yanqui.
Todos estos argumentos y de acuerdo con Tydings hacen de Torres uno de los jugadores a seguir con detenimiento de ahora en adelante. Pues cree que tiene todo para ser un perenne participante en los Juegos de Estrellas y además, para adueñarse de un lugar en el difícil corazón de los aficionados de los Yankees.