Del infielder venezolano Franklin Barreto se ha dicho que tiene todas las herramientas para ser una estrella en Grandes Ligas. Y si quiere que la predicción se convierta en realidad, este es el momento.
A pesar de todas las expectativas que genera su talento, siempre tuvo un jugador de jerarquía en la segunda base de los Atléticos de Oakland impidiéndole avanzar. Primero fue Jed Lowrie y luego Jurickson Profar el año pasado. Pero la salida de este a los Padres de San Diego abre la puerta para el caraqueño.
“Es diferente para él”, dijo a MLB.com Bob Melvin, el manager de Oakland, sobre la nueva situación de Barreto.
“En el pasado, sabíamos cuál iba a ser el desenlace, pero ahora no. Tiene una oportunidad en la que, si tiene el tipo de primavera que ha tenido antes, va a ser difícil no verlo como parte de la dinámica, bien sea como alguien se alterne dependiendo del pitcher o un rol de titular”, detalló el timonel.
Titular. El sueño de Barreto, de 23 años de edad, por fin podría volverse realidad. En todo caso, difícilmente se le presentará una mejor oportunidad que esta.
“Ahora mismo no tiene a nadie en particular por delante. Esta es su mejor oportunidad”, añadió el piloto.
Barreto llegó a Oakland en 2014, en el cambio que llevó a Josh Donaldson a los Azulejos de Toronto. Así que por cinco años, Barreto ha sido “el segunda base del futuro de Oakland”.
En una publicación de MLB explican en detalle la situación que se le presenta ahora al venezolano.
“Después de limitadas estadías con el equipo grande las últimas tres temporadas, el jugador de 23 años ya no tiene más opciones de ligas menores, lo que quiere decir que el club tendría que colocarlo en waivers si no lo colocan en el roster del Día Inaugural”, dice el portal.
En pocas palabras, es ahora o nunca. El cuerpo técnico dice que el trabajo es suyo a menos que lo pierda por sus propias manos. Pero no es tan fácil el camino. Tiene otros cuatro jugadores en competencia: el dominicano Jorge Mateo, Sheldon Neuse, Tony Kemp y Vimael Machin.
Su arma principal está en lo bien que le ha ido en la primavera. El año pasado bateó para .351/.429/.541 en la Liga del Cactus y si lo puede repetir, la mesa quedará servida.
Barreto lo sabe.
“He estado bateando desde noviembre”, dijo. “Estoy bien preparado física y mentalmente para la temporada. Yo sé que no tengo opciones, así que voy a dar todo de mí para ganarse ese trabajo en la segunda base”.
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