Dos noches en Baltimore fueron suficientes para degradar de rango al zurdo Tony Watson. Y no fue una impaciencia de Clint Hurdle, manager de los Piratas de Pittsburgh. El otrora cerrador fracasó el martes y miércoles al intentar rescatar su undécimo encuentro de la temporada. En cada uno de los compromisos le anotaron dos carreras y su colección de blown saves (salvados desperdiciados) creció a cinco, número que refleja la constante búsqueda de una eficacia notoriamente extraviada.
La confianza en el brazo de Watson de esfumó. A partir de ahora estará en lomita en situaciones de menos presión que el noveno inning. Los dos nuevos nombres que gozarán de la fe de la organización son el dominicano Juan Nicasio y el venezolano Felipe Rivero. Ambos compartirán el rol de rescatar las posibles victorias del equipo, reseñó un reporte del Pittsburgh Post-Gazette.
Estadísticamente, Rivero tiene la ventaja sobre el quisqueyano para quedarse con el puesto, si es que Hurdle decide escoger a un único candado en el futuro. El criollo es el mejor setup de la Liga Nacional gracias a 13 holds, 34/6 de relación de ponches y boletos, efectividad de 0.58 y WHIP (promedio de hombres embasados por cada inning) de 0.74; todo eso en 31.0 capítulos.
“Hay un tipo en la Americana que es el mejor relevista del beisbol y no tiene ningún salvado”, expresó Hurdle, seguramente refiriéndose a Andrew Miller, de los Indios de Cleveland, que posee números más impresionantes que el mismo Rivero (0.33 de efectividad, 27.2 episodios, 0.65 de WHIP y 13 hold).
Tal vez cuando Rivero logre su primer salvamento de la campaña, Hurdle podrá decir que, por lo menos en la Nacional, se hizo justicia con el mejor bombero de su circuito. “Felipe ha lanzado más situaciones de alta tensión más que nadie en nuestro equipo”, aseguró.
El dominio de Rivero ha sido tan evidente que los rivales solo le ligan para un promedio de .155. Su recta, que promedia 98.30 millas por hora, ha sido una de las razones del yugo. No obstante, es mucho más que velocidad. El siniestro también exhibe en su repertorio curva, slider y cambio, que han producido porcentajes de swings fallidos de 41.67%, 34.48% y 46.55%, respectivamente.
Tener la responsabilidad compartida de cerrar, será el encuentro de Rivero con el rol que deseaban para él los Nacionales de Washigton, hace un par de campañas, cuando era uno de los brazos más prometedores de la organización.