BÉISBOL

Ender Inciarte y la tendencia de pegarle al lado contrario

por Avatar

El Guante de Oro y un baile constante con los .300 puntos de average, en la temporada 2016, fueron suficientes para que Ender Inciarte abrazara el primer puesto del lineup y el jardín central. Los Bravos de Atlanta no pusieron malos ojos. Asintieron y confirmaron la confianza plena en el venezolano. El inicio fue lento, pero en las últimas dos semanas se puede ver con claridad el porqué el matrimonio ha resultado como si fuese un sueño casi perfecto.

Hasta el 21 de mayo el jardinero marabino exhibía un OPS (sumatoria de la media de embasado y el slugging) de .697 y un average de .285. Después de allí la situación ha sido otra. Sin contar el juego de anoche, Inciarte ostentaba 1.003 de OPS y .426 de promedio en los últimos 13 compromisos. Para darle un poco más de importancia a los rimbombantes números, en el lapso logró irse de 5-5 en dos choques. Eso es algo poco común.

“Cuando tienes un juego como esos por supuesto que se siente bien”, le contó el guardabosque a MLB.com, después de conectarle cinco cohetes a los Rojos de Cincinnati, el domingo. “Pero tratas de no pensar en ello porque mañana es un nuevo día. Mañana ni siquiera debería pensar en lo que pasó antes”.

Tal vez Inciarte posee ese interruptor tácito que solo tienen algunos atletas. El botón mágico que es apretado y reinicia la mente y el cuerpo, listos para una nueva configuración. Pero algo ha sido inocultable y revela la filosofía del patrullero que le ha llevado de nuevo a la danza constante con los .300: la tendencia de pegarle a la pelota para la banda contraria.

Inciarte es zurdo pero su habilidad natural hace que sea un suicidio hacerle ajustes defensivos radicales, como los que se le aplican a los paleadores de poder como Carlos González. El jardinero de Atlanta utiliza todo el terreno de juego para dirigir sus conexiones. El portal fangraphs.com es la fuente que confirma lo que la visión percibe en primera instancia. Solo Joe Mauer (42.5%) y Keon Broxton (37.3%) tienen un porcentaje mayor de batazos hacia la banda contraria que Inciarte (37.0%).

Algunos batazos caen, otros no tienen la misma suerte, pero la regadera hace que sea impredecible donde podrá ir la bola. De continuar de esa manera, Inciarte va por su mejor campaña. Ya igualó su tope de cuadrangulares con seis y, con 24 carreras remolcadas, tiene ritmo para dejar atrás las 45 fletadas, su otra marca personal.