No quiso correr detrás de una pelota. Mucho menos sentir la dureza de una pista de tartán. Tampoco le gustaba zambullirse en el agua y menos mostró interés en aquello llamado cricket. Practicó todas las disciplinas como cualquier niño, pero hasta allí. Lo de él fue beisbol y es el beisbol. Y como todo en la vida tiene una explicación, dice que su papá es el culpable de que sienta atracción por subirse a una lomita y enfrentar a rivales a 90 pies de distancia.
“Todos me hacen la misma pregunta de por qué siendo de Suráfrica me incliné por el beisbol. Que por qué no jugué fútbol o me dediqué a la natación o el atletismo, por ejemplo. Y la respuesta es que mi familia jugó softbol. Cuando tenía entre 7 y 8 años de edad mi padre me dijo que por qué no jugaba beisbol ya que ellos se dedicaron al softbol. Y aquí estoy”, comenta Dylan Unsworth, el catire de los Leones del Caracas que resalta a los lejos por sus tatuajes en los brazos.
El lanzador derecho, uno de los brazos más efectivos de los melenudos desde la temporada anterior, dice que no dudó en regresar a Venezuela para esta temporada apenas surgió la posibilidad de volver con la manada.
Y vaya que para llegar a Venezuela debe armarse de paciencia y no mirar el reloj. “Volé desde Cape Town a Ámsterdam, de allí a Panamá y de Panamá a Caracas. Es un viaje muy largo, más de 24 horas para llegar, pero no importa porque este es mi trabajo y estar aquí es lo más emocionante”, dice Unsworth, que después de culminar la temporada en Estados Unidos regresa a su país para disfrutar en familia.
“Tengo contrato hasta el 21 de diciembre, pero me gustaría volver con el equipo si clasificamos a los playoffs. Somos una gran familia y la aspiración no es otra que quedar campeón”, comenta Unsworth, que este año en el beisbol organizado se paseó por las sucursales doble A y triple A de los Angelinos de Los Ángeles de Anaheim y espera regresar con la organización en 2019. Aunque reconoce que el cuerpo necesita descansar y su regreso a una hipotética postemporada con el Caracas dependerá de si la organización angelina decide firmarlo nuevamente.
“Mi prioridad es seguir en Estados Unidos. Mi agente está en conversaciones para conocer si desean que vuelva con ellos. Quizás haya equipos en Japón o Corea del Sur que estén interesados en mí, pero prefiero esperar. Por ahora, mi mente está puesta en los Leones y ayudar al equipo”.
Y vaya que Unsworth ha colobarado con la causa felina. En lo que va de temporada el rubio ha contribuido a que el staff de monticulistas de los melenudos sea el segundo mejor de la temporada (2.90), solo por detrás de los brazos pertenecientes a Cardenales de Lara (2.85), sin contar la jornada del jueves. Unsworth acumula 11.0 capítulos en los cuales ha permitido 3 carreras limpias. Tiene récord de 1-0 y una efectividad de 2.45 en dos aperturas.
Afición única. Si hay algo que le atrae a Unsworth de su estancia en Venezuela es la pasión que reflejan los aficionados cada jornada. “Al final el beisbol es el mismo en todas partes, pero la afición venezolana vive los juegos de otra manera. Un Caracas-Magallanes es único, es incomparable”, relata el diestro, quien recalca que en el aspecto del juego los bateadores en la LVPB son más agresivos que en doble A o triple A.
El Guti, un ídolo. Si algo le sorprendió al surafricano esta campaña en su vuelta al país fue la presencia en el clubhouse melenudo de Franklin Gutiérrez. “Lo primero que hice cuando lo vi fue llamar a mi familia y decirle que Franklin (Gutiérrez) estaba aquí. Imagínate. Nos vimos tantos años en los Marineros de Seattle. Él era grandeliga y Guante de Oro y yo nunca he jugado en las mayores. Es una de las cosas bonitas que te permite esta disciplina, compartir con jugadores a los cuales admiras. Ahora estamos con los Leones tratando de conseguir juntos un campeonato”, dice con clara emoción, a la vez que admite que su español aún es malo.
“El problema es que ustedes hablan muy rápido y me confundo. Tienen que hablar más lento para ver si aprendo algo”.
LA CIFRA
42.2 innings acumula Unsworth en 9 aperturas durante su pasantía con los Leones