Los Indios de Cleveland están inspirados. No hay equipo en estos momentos que detenga el accionar de los vigentes campeones de la Liga Americana y ese buen momento ha contagiado positivamente a sus jugadores.
El venezolano Carlos Carrasco es uno de ellos. El serpentinero está sin lugar a dudas en su mejor campaña y ayer lo certificó con una loable actuación que significó su decimocuarta victoria, con la que iguala su cifra tope en ese departamento conseguida en 2015.
La exhibición de Carrasco colaboró además para que los indígenas batieran 5 -1 a los Medias Blancas de Chicago y conquistaran, de igual forma, el lauro 14 consecutivamente, para afianzarse como los líderes absolutos de la División Central en la Liga Americana, con un pie en la postemporada.
Como extraordinaria se podría definir la apertura del “Cookie”. Toleró solo una carrera en nueve sólidas entradas; apenas le conectaron tres imparables, incluido un jonrón, y ponchó a nueve para acreditarse su primer juego completo del año.
Septiembre ha traído buenas sensaciones al venezolano, pues en sus dos últimas actuaciones ha concedido dos rayitas en un total de dieciséis episodios, con diecisiete abanicados y sin ninguna base por bolas regalada, aunque solo salió triunfador una vez.
El lauro fue el 58 de por vida en las mayores para el barqusimetano, con el que alcanzó a Jhoulys Chacín en la décima casilla entre los lanzadores más ganadores nacidos en tierras venezolanas, lista que encabeza Félix Hernández con 159.
Por Chicago, Avisaíl García terminó de 3-1, mientras que Yolmer Sánchez no tuvo éxito en tres oportunidades frente a Carrasco.
De a dos. Salvador Pérez sacó provecho del mal momento que atraviesan los Tigres de Detroit, a quienes los Reales de Kansas City apalearon 13-2, para seguir implantando marcas personales.
El receptor conectó par de cuadrangulares para llegar a 24 en la zafra y dejar atrás los 22 que había conseguido el año pasado. Los estacazos además le sirvieron al “Niño” para convertirse en el careta criollo con más batazos de vuelta entera en una zafra, sobrepasando los 23 conseguidos por Ramón Hernández en 2006.
A Alcides Escobar le faltó solo el cuadrangular para completar el ciclo o escalera y terminó de 5-4, con dos anotadas y una fletada.
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