No hay manera de detenerlos. Los Indios de Cleveland atraviesan el mejor momento de su historia y ayer conquistaron la decimonovena victoria de manera consecutiva y por blanqueada de 11-0 frente a los alicaídos Tigres de Detroit.
Con el lauro de ayer la tribu se coloca a tan solo uno de igualar el récord de la Liga Americana, que es de 20, conseguido por los Atléticos de Oakland en 2002.
Los campeones defensores del banderín en el nuevo circuito no tuvieron el mejor inicio de campaña. Conforme transcurrieron los días fueron acoplándose para retomar el rendimiento demostrado la zafra pasada; sin embargo, no se esperaban un cierre tan extraordinario como el de ahora.
La racha les ha servido a los dirigidos por Terry Francona para ostentar la mejor marca de la Americana, algo que lucía improbable después de lo exhibido por los Astros de Houston al menos hasta finales de agosto.
Aunque lo más importante para los indígenas es que sus lanzadores han sido la gran clave del éxito y ayer volvieron a contar con otra sólida presentación del venezolano Carlos Carrasco.
El barquisimetano maniató a la toletería bengalí al dejarla en blanco en seis entradas completas. Durante su labor aceptó siete imparables, entregó una base por bolas y ponchó a nueve para lograr su triunfo 15 de la temporada, cifra que alcanza por primera vez en su carrera.
Carrasco ha sido protagonista directo en el desempeño de su equipo, pues así lo reflejan las cuatro aperturas que ha tenido durante la cadena triunfal, en las cuales ha lanzado al menos seis innings, ha admitido una o menos carrera y ha abanicado a ocho o más en cada una de ellas.
“Cookie”, como lo apodan, ha formado junto con Corey Kluber una de las duplas más letales entre los lanzadores de la gran carpa. Asimismo, se ha erigido como el serpentinero venezolano más destacado de 2017.
Su actuación le sirvió además para alcanzar 59 juegos ganados de por vida en las mayores y lograr el noveno puesto entre los monticulistas nacidos en Venezuela.
Por Detroit, Miguel Cabrera se fue en blanco en tres turnos con una base por bolas. Dixon Machado tampoco tuvo éxito con el madero en cuatro apariciones en el plato.