Por cuatro temporadas, Carlos Carrasco ha batallado con las lesiones. Altibajos físicos en momentos importantes que han evitado que reclame un puesto entre la élite de los lanzadores de Grandes Ligas. Ahora está bastante cerca de hacerlo, siempre y cuando se mantenga saludable.
En los 48.1 innings de sus siete primeras salidas dejó efectividad de 1.86, hasta ayer, la quinta mejor de las mayores. De acuerdo con las estadísticas del portal Baseball-Reference.com, ostentaba el liderato de WHIP (promedio de hombres que se le embasan por capítulo) con 0.766, en la Liga Americana.
Esta tarde, a las 6:10 pm, tiene la oportunidad de bajar las excelsas cifras, pues será el abridor de los Indios de Cleveland contra los Rays de Tampa Bay, que tendrán a Chris Archer en la loma.
Carrasco no se ha emedido esta campaña a Tampa, pero es un equipo al que se le da bien enfrentar, por lo menos eso dicen los patrones vitales. En 43.2 de por vida, su promedio de carreras limpias permitidas es de 2.47, con foja nivelada de 3-3.
Si bien su media de ponches por juego ha bajado un poco comparado con los tres años anteriores, el derecho exhibe 8.6. Si cumple con esos parámetros hoy podrá lograr los ocho ponches que le faltan para alcanzar los 724 de Rafael Betancourt, en el undécimo puesto histórico para Venezuela.
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