Esos Caribes que aplastaron al Magallanes en la primera ronda de postemporada son mucho más que el fruto de una buena racha en esta campaña de la LVBP. La tribu es, de hecho, el equipo más consistente de la década y tiene una cosecha global que no iguala ninguno de sus pares.
La tropa que dirige el manager Omar López llega a la semifinal de la pelota venezolana con 12 victorias en sus últimas 13 presentaciones, gracias a un remate de ocho triunfos en fila que le dio la clasificación con holgura, amén de esa implacable demostración ofensiva contra los Navegantes, el orgulloso club que disputó el primer lugar de la tabla de posiciones hasta los últimos días de diciembre.
Ninguna otra organización en este circuito ha sido parte de los playoffs a todo lo largo de la década. Sólo los orientales.
“Son ocho años de una gerencia que no le ha tenido miedo a los cambios”, expresó Samuel Moscatel, gerente general de Anzoátegui desde que empezó ese período de éxitos. “Hemos estado activos en el mercado. Sólo Alexi Amarista, (el capitán) Niuman Romero y Jean Toledo estaban antes de que llegáramos. Los demás, han llegado todos gracias a una política agresiva en el mercado de cambios, siempre buscando lo necesario para mantenernos competitivos año tras año”.
A esa agresividad para pactar transacciones se une la firma de jugadores propios, como Willians Astudillo, Liarvis Breto y la generación joven que ayudó en este torneo, tanto en el infield como en el staff de pitcheo.
Los aborígenes comenzaron la justa con marca de 1-8 y sin su estratega titular, atado en el norte a sus compromisos con los Astros de Houston y asignado a la Arizona Fall League hasta mediados de noviembre. Pero después de ese patinazo inicial, le han disputado al Cardenales el privilegio de ser el club más competitivo de la 2017-2018.
El balance después de aquel slump es notable: cerraron la eliminatoria con 31-23 en sus últimos 54 cotejos y tienen marca de 35-24, incluyendo el arrase ante los turcos.
“Hoy, más que nunca, estoy muy orgulloso de mi equipo”, confesó Moscatel, que suma dos coronas en esos ocho años y busca ser el primer elenco con tres títulos en esta década. “No ha sido fácil. Pero con mucha fe en los muchachos, nos mantuvimos optimistas toda la temporada”.
Los indígenas visitan la capital a partir de este jueves. En las próximas fechas, dirimirán con los Leones al mejor de siete juegos el derecho de avanzar a la final por cuarta vez en ocho campeonatos. Tienen razones para el optimismo. Además del sólido balance que presentan desde la segunda quincena de octubre, ya dominaron al Caracas en la serie particular, 6 lauros por 3.
“Creo que en este momento estamos más listos que nunca para pelear por nuestra tercera corona”, aseguró el ejecutivo. Y por lo visto contra el Magallanes, hay que tomar en serio sus palabras.