El derecho venezolano Aníbal Sánchez fue programado en la rotación de los Bravos de Atlanta como el segundo abridor en la Serie Divisional frente a los Dodgers de Los Ángeles, y por ello le tocará rivalizar este viernes contra el as de los californianos, Clayton Kershaw.
El manager Brian Snitker anunció este miércoles a sus dos primeros lanzadores para el tope contra los esquivadores, pautados ambos para disputarse en el Dodger Stadium, y elogió el desempeño del diestro nacido en Maracay, como tantas veces lo ha hecho a lo largo de una temporada que el piloto describe como “una gran historia”.
“Aníbal ha lanzado muy bien para nosotros, ha sido muy enfocado, y por eso creo que calza perfectamente para ese reto”, explicó el estratega en la rueda de prensa televisada por MLB Network.
El aragüeño vive su mejor torneo desde 2013, cuándo fue líder en efectividad de la Liga Americana, y puso fin a la regresión que venía sufriendo en los últimos tres años con una sólida cosecha, su primera con más victorias que derrotas desde 2014.
Sánchez cerró en la campaña regular con 2.83 de efectividad y 135 ponches en 136 innings y dos tercios. Más notable todavía, entregó solamente 42 bases por bolas y redujo la tasa de jonrones recibidos, su gran problema de los últimos campeonatos, hasta dejarla en apenas un cuadrangular por cada nueve entradas de labor.
Kershaw tuvo marca de 9-5, con 2.73 de promedio, en una justa en la que nuevamente fue víctima de lesiones.
El estadounidense no logró promediar un ponche por cada episodio recorrido por primera vez en un lustro y tiene una deuda en las postemporadas, en el que muestra 4.35 de efectividad, un registro totalmente pedestre para alguien con tres premios Cy Young y uno al Jugador Más Valioso.