El Bayern de Múnich, vigente campeón de Europa, conquistó el Mundial de Clubes al derrotar en la final a Tigres (México) por 1-0, este jueves en Rayán (Catar), sumando su sexto título de los seis a los que aspiraba al inicio del año 2020.
El club ‘Felino’, por su parte, deberá consolarse con el segundo puesto en su primera presencia en la cita mundialista, lo que supone la mejor actuación de un equipo de la Concacaf en la historia del torneo, cuya edición 2020 se reprogramó en este febrero de 2021 por los efectos de la pandemia del covid-19 en los calendarios deportivos internacionales.
El gigante bávaro se une así al FC Barcelona de 2009, como los dos únicos equipos en llevar a sus vitrinas en un año la Liga de Campeones, la liga y la Copa de su país, la Supercopa nacional y la europea, y finalmente el Mundial de Clubes.
«Hemos hecho historia, tenemos nuestro sextuplete», celebró el delantero polaco Robert Lewandowski al micrófono de DAZN.
El único gol del partido fue obra del francés Benjamin Pavard en el minuto 59.
Bayern, con bajas
Y eso que la previa del partido se revelaba esperanzadora para Tigres a causa de dos circunstancias desgraciadas para el Bayern, por el regreso del central Jerome Boateng a Alemania para asistir al funeral de su antigua pareja, una modelo de 25 años encontrada muerta en su domicilio, y la baja del delantero Thomas Müller tras dar positivo al covid-19.
El técnico Hansi Flick tuvo pues que remodelar su equipo y adaptarse a esas circunstancias inesperadas.
Lewandowski, designado jugador FIFA del año 2020, estuvo en el origen del gol del Bayern, cuando tras ganar un duelo aéreo al arquero argentino Nahuel Guzmán, el balón cayó a pies del defensor campeón del mundo con Francia, quien no perdonó a puerta vacía.
«Lograr seis títulos consecutivamente es algo muy especial. Creo que es uno de los mayores éxitos en el fútbol. Se recordará durante mucho tiempo a nuestro equipo», predijo Lewandowski, elegido además mejor jugador de la final y mejor jugador de este Mundial de Clubes.
El francés André-Pierre Gignac (Tigres) fue el segundo mejor jugador del torneo y el premio al tercero mejor fue para el alemán Joshua Kimmich (Bayern).
El conjunto alemán había enviado un balón al fondo de las redes en el primer acto, pero el gol de Kimmich fue anulado tras consulta con el VAR por un fuera de juego posicional de Lewandowski con incidencia en el campo de visión del arquero.
Sin complejos, el conjunto ‘azteca’ mostró más voluntad que acierto en busca del gol, bajo la batuta de su atacante Gignac, quien realizó también labores de construcción del juego y se proclamó mejor goleador del torneo con tres dianas.
Palmeiras, apenas cuarto
Pero en el equipo de Ricardo ‘Tuca’ Ferretti, el colombiano Luis Quiñones y el paraguayo Carlos González estuvieron lejos del alto nivel que ofrecieron en el duelo de semifinales ante Palmeiras (1-0), e incluso la solidez defensiva se vio puesta en cuestión como en la falta de entendimiento entre ‘Titán’ Salcedo y Guzmán en una jugada en los minutos finales que a punto estuvo de terminar con un gol en contra del central.
«Pienso que ellos fueron superiores y merecieron el triunfo», afirmó Ferretti, el técnico del conjunto ‘Felino’.
Tigres se va de este Mundial con la cabeza alta, a pesar de no haber podido evitar un segundo título mundial del Bayern (el primero en 2013), ni haber podido poner fin a la racha de títulos consecutivos del representante europeo en este torneo FIFA, que se eleva ahora a ocho seguidos.
Desde que Flick se hizo cargo del Bayern en noviembre de 2019, el conjunto bávaro ha sumado más títulos (6) que partidos perdidos (5).
Antes de la final se disputó el partido por el tercer puesto, en el que el Al-Ahly egipcio ganó por penales (3-2 tras empate 0-0) al Palmeiras brasileño.
El reciente campeón de la Copa Libertadores firmó la peor actuación histórica de la zona Conmebol en esta competición, ya que por primera vez no hubo un equipo sudamericano en el podio.