Los San Antonio Spurs brindaron este domingo una exhibición ante los Houston Rockets, el equipo con el mejor récord de la NBA que llegaba con una racha de 11 victorias seguidas, y avisaron a sus rivales de que deben tenerles muy presentes de cara a los playoffs.
No en vano, Spurs y Rockets ya se midieron la campaña pasada en las semifinales de conferencia, con triunfo 4-2 para los de San Antonio. Los hombres de Gregg Popovich basaron su triunfo en su férrea defensa ante el mejor ataque de la liga, controlaron el partido de principio a fin y acabaron imponiéndose 100-83.
Los Rockets, con un balance de 62 victorias y 15 derrotas, son los líderes de la Conferencia Oeste y tendrán ventaja de campo durante todos los playoffs. En cambio los Spurs se quedaron con un registro de 45-32 y reforzaron su cuarto puesto.
El ala-pívot LaMarcus Aldridge fue el mejor de la contienda con 23 puntos (11/19) y 14 rebotes. El escolta argentino Manu Ginóbili se quedó en seis tantos y cuatro asistencias en 20 minutos mientras el pívot español Pau Gasol apenas gozó de 10 minutos en los que firmó dos puntos y ocho capturas.
Por los Rockets, que no contaron con su base estrella Chris Paul, aquejado de molestias físicas, James Harden brilló con 25 puntos (8/19) y ocho pases decisivos.
Golden State recupera la forma
Más tarde, los Warriors, ya con tres de sus cuatro All-Stars en el quinteto inicial, se deshicieron sin problemas de los Phoenix Suns 117-107.
El alero Kevin Durant, con 29 puntos, 11 rebotes y ocho asistencias, evitó cualquier atisbo de sorpresa ante uno de los conjuntos con peor balance de la liga. Klay Thompson, con 23 tantos, y Draymond Green, con 13 y 12 pases decisivos, lo secundaron.
Cuando quedan solo cinco encuentros para el final de la temporada regular, Golden State es ya definitivamente segundo del Oeste, con un récord de 56-21.