Un gol de cabeza de Luciano Gondou valió este domingo la clasificación de Argentina al fútbol de París-2024 al decidir una victoria 1-0 ante Brasil en la última jornada del Preolímpico suramericano, que deja eliminado a su archirrival, ganador del oro en Rio-2016 y Tokio-2020.
Gondou, quien había sido clave viniendo desde el banquillo para el equipo entrenado por Javier Mascherano, esta vez fue titular en el estadio Brígido Iriarte, en Caracas, y marcó en el minuto 78 tras un centro impecable del lateral izquierdo Valentín Barco. Fue la cuarta anotación del delantero de Argentinos Juniors en este torneo Sub-23.
Argentina pasa a dominar el cuadrangular final, con cinco puntos, por delante de Paraguay, con cuatro, Brasil, con tres, y Venezuela, con uno.
A segunda hora, paraguayos y venezolanos deciden la segunda plaza olímpica en juego en esta competición, en un duelo en el que a los guaraníes les sirve el empate.
Argentina, ahora, buscará un tercer título en el fútbol masculino de los Juegos Olímpicos después de los conquistados en Atenas-2004 y Pekín-2008.
«Hemos jugado un gran campeonato y hemos sido superiores en nuestros partidos, aunque hubo resultados que no se nos dieron». Así dijo en conferencia de prensa Mascherano.
Evitó hablar sobre la posibilidad de que el equipo olímpico sea dirigido por el seleccionador absoluto, el campeón del Mundial de Catar-2022 Lionel Scaloni. «Muy contento con lo que nos ha tocado vivir».
Miedo al error
La apuesta de los dos gigantes de Suramérica tuvo un guión claro en este compromiso de vida o muerte: Argentina tomaba el control del balón y Brasil esperaba para contragolpear buscando a Mauricio y Guilherme Biro por las bandas y Endrick en punta. El entrenador de la Seleçao, Ramon Menezes, sorprendió con la suplencia de John Kennedy.
Thiago Almada, en un tiro libre, estrelló el balón en el poste izquierdo del arco de Mycael en el minuto 15, en la mejor de las oportunidades del compromiso en el primer tiempo.
El juego era espeso. Se notaba el miedo al error.
Brasil se mantenía firme en el plan de Menezes, aunque Endrick era bien marcado; Argentina sostenía la pelota con Almada a la cabeza, pero no podía hacer daño en el último cuarto de cancha.
Gondou, crucial
Poco después del descanso, en el 48, Gondou amenazaba con un testarazo.
Aparecieron espacios. Menezes dio entrada a John Kennedy y Gabriel Pec para intentar ganar peso en el ataque. Kennedy, en el 61, dirigió una contra, por fin, efectiva, pero Pec falló con todo a su favor.
La respuesta albiceleste fue contundente y, en ese envión, un centro telegrafiado al área por Barco fue conectado por Gondou.Desplomado Brasil, la derrota pudo ser mayor.
«No fue un final feliz», lamentó Menezes. «Es frustrante. Todos acá estamos sufriendo mucho con lo que pasó».
Argentina, pese a duros cuestionamientos a Mascherano en el camino, es olímpica. El entrenador, de una vez, dijo esperar que Lionel Messi sea uno de los refuerzos en París-2024: «Tiene las puertas abiertas».
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