Hasta aquí trajo el camino a la selección venezolana. La Vinotinto quedó eliminada del torneo continental por su propia incapacidad ofensiva y no por virtudes aplastantes del rival de turno. Al equipo de Rafael Dudamel le faltó ambición y arrojo ante la Argentina más débil de los últimos años.
La albiceleste inició el partido con determinación y encadenó varias llegadas de peligro al arco de Faríñez hasta que al minuto 10 consiguió el premio a su insistencia. A partir de allí, Venezuela progresivamente se fue sacudiendo el golpe recibido, pero también se vio obligada a replantear su guion de repliegue y contraataque, así que adelantó poco a poco sus líneas: el equipo criollo recostó su juego por la banda izquierda, trató de generar superioridad numérica por esa banda y le dio mucho protagonismo al 1vs1 de Darwin Machís con el lateral diestro argentino Juan Foyth.
Venezuela apostó por su banda izquierda para atacar a Argentina
Gráficas: @Driblab
Sin embargo, salían a relucir nuevamente los problemas perennes en la selección Nacional: aislamiento de Salomón Rondón, una desconcertante incapacidad de generar juego interior y una casi nula presencia de circuitos asociativos en el último tercio de la cancha. El primer tiempo, espeso, constantemente interrumpido y de bajo nivel para ambos equipos, se diluyó sin mayores sobresaltos.
Yeferson Soteldo, que en principio no estuvo entre los convocados al torneo, volvió a ser el primer cambio al que recurrió Rafael Dudamel en el partido. Al minuto 55, el volante ofensivo del Santos sustituyó a Luis Mago, Yangel Herrera se posicionó como defensor central para aportar en la salida limpia del balón y la selección Nacional pasó a jugar 4-2-3-1.
El ingreso de Soteldo ayudó con la movilidad en ataque, pero no pudo marcar la diferencia
Soteldo estuvo muy activo y desequilibrante, pero no encontró socios dentro de la maraña defensiva que Argentina plantaba prácticamente al borde de su área. El volante criollo completó 5 dribles, tocó 3 pelotas dentro del área rival y lanzó 3 centros, aunque ninguno con éxito.
A la Vinotinto le faltó, durante todo el partido y toda la Copa, la capacidad de generar pases clave o con posibilidad de convertirse en asistencia. Así lo demuestra este gráfico de “asistencias esperadas” (xA), una variable de @Driblab en la que se cuantifica la calidad de los pases que realiza un equipo y que terminan en un disparo a portería.
La Vinotinto estuvo escasa de ideas en la zona de finalización
Lionel Messi jugó un partido discreto. El trivote de volantes venezolanos hizo un buen trabajo conteniendo escalonadamente al jugador del Barcelona. Según los datos recopilados por @Driblab, el astro argentino completó apenas 29% de sus dribles y no tuvo disparos entre los tres postes, aunque sí fue capaz de crear 3 ocasiones de gol y acumular un valor de 0.39 “asistencias esperadas” (xA).
Messi gravitó por toda la cancha, pero no fue influyente
Venezuela manejó más el esférico durante el segundo tiempo y Argentina retrocedió hacia el arco de Armani para proteger el resultado a su favor. A pesar de no tener el protagonismo del encuentro, y basándonos en las estadísticas que recopila @Driblab, la albiceleste generó muchas más ocasiones de calidad que el conjunto criollo durante los 90 minutos. Así lo demuestra este gráfico de “goles esperados” (xG), que es la variable que cuantifica la calidad de las ocasiones de gol con las que cuenta un equipo.
Argentina atacó con más claridad y peligro que Venezuela
Más allá del guion frustrante del desborde individual por las bandas y los centros a un Salomón Rondón muy bien referenciado por los centrales rivales, Venezuela sí gozó de una gran oportunidad para anotar. Ronald Hernández se topó con la ocasión de gol de su carrera apenas a los 21 años de edad. El lateral derecho marcó una buena diagonal a la espalda de Tagliafico, recibió un pase en profundidad de Rincón y, luego de su buen control orientado, pateó a la humanidad de Armani. Fue la mejor ocasión de gol de Venezuela en todo el partido y la que pudo haber significado el 1 a 1 en el marcador. Tres minutos después, al 74’, llegó el gol de Giovani Lo Celso,luego de aprovechar un rebote del arquero Wuilker Faríñez, que dilapidaba las ilusiones criollas.
La selección Nacional cumplió con su objetivo mínimo, que era clasificar a los cuartos de final de la Copa América. Venezuela no fracasó, pero tampoco completó un gran torneo. Hay talento suficiente como para aspirar a jugar más y atrincherarse menos.Más allá del meritorio pero también circunstancialempate con Brasil, la Vinotinto no dio señales en este evento continental de que está preparada y trabajada para no sólo ser competitiva, que tiene rato siéndolo, sino también para dar el siguiente paso: ganar partidos importantes.