Los deportistas olímpicos de los Juegos de Tokio 2020 tendrán que hacer frente a unas condiciones extremas de altas temperaturas y humedad este verano. Las condiciones se dan alentadas por el cambio climático, según el estudio Rings of Fire publicado el miércoles.
El informe, realizado por la British Association for Sustainability in Sport (BASIS), el Priestley International Centre for Climate de la Universidad de Leeds; la Universidad de Portsmouth y con la participación de atletas profesionales, trata de anticipar cómo el calor afectará a las actuaciones de los deportistas.
«El cambio climático es un olímpico no invitado a los Juegos y tratará batir sus propios récords», explica Paloma Trascasa Castro, investigadora del Priestley Centre. La experta ayudó a la elaboración del informe, el cual revela el aumento progresivo y en una media superior al resto del mundo de las temperaturas en Tokio durante los juegos.
La temperatura media anual en la capital japonesa aumentó 2.86 grados centígrados desde 1990, tres veces más rápido que la media mundial.
Además, las temperaturas extremas, superiores a 35ºC, se convirtieron en más habituales desde 1990, consecuencias del cambio climático según los científicos. Los expertos recuerdan la ola de calor de 2018, calificada de desastre natural, y ahora ponen el aviso sobre la cita olímpica que se celebra del 23 de julio al 8 de agosto.
El estudio sugiere que el Comité Olímpico Internacional (COI) tendrá que integrar cada vez más los datos climáticos a la hora de decidir sedes futuras y con atención al calentamiento global. De hecho, como consecuencia de estas previsiones, ya se han cambiado de sede el maratón y la marcha. Otras pruebas tendrán que estar pendientes de no superar el umbral de riesgo.
«Sumado a la firma subyacente del cambio climático, el efecto de isla de calor urbano aumenta las posibilidades de que los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 se conviertan en los Juegos más calurosos jamás registrados», añade Paloma. Por ello, los deportistas pueden estar ante un desafío que sin duda afectará a su rendimiento.
De hecho, este nuevo estudio advierte de que el calor extremo pondrá en riesgo a los deportistas olímpicos y al resto de presentes. El calor continuará haciéndolo a la luz del aumento de las temperaturas globales, si no se consideran medidas de mitigación.