En el ámbito de la astronomía los científicos han divulgado una teoría en la que exponen que cada 200 años los astros se alinean con respecto al sol.
Cuando eso ocurre son diversos los acontecimientos que se reflejan en la Tierra, entre ellos eclipses solares y cambios climáticos, y algunos más espirituales creen que hasta influye en el comportamiento humano.
Lo cierto es que en las Grandes Ligas solo tuvieron que pasar 52 años para que los Astros, pero de Houston, se alinearan y se coronaran campeones de la Serie Mundial por primera vez en la historia.
La franquicia del estado de Texas, que hizo su estreno en MLB en 1962 y jugó tres campañas con el nombre de los Colt .45’s, batió a los Dodgers de Los Ángeles 5-0 en el séptimo duelo de lo que fue uno de los Clásicos de Otoños más emotivos de los últimos años.
La fórmula ganadora para Houston ayer estuvo en atacar temprano a los lanzadores rivales y lo hizo frente al japonés Yu Darvish, que en la primera entrada no contó con la ayuda de la defensa y terminó aceptando par de anotaciones.
En el segundo acto el asiático volvió a confrontar problemas, y eso fue aprovechado por los siderales con un rally de tres rayitas liderado por cuadrangular de dos carreras del jugador más destacado de la serie: George Springer.
Dos capítulos productivos fueron suficientes para que A. J. Hinch cediera la responsabilidad a su cuerpo de monticulistas, que a diferencia de las últimas exhibiciones, esta vez se mostró a la altura de las circunstancias.
Los Dodgers, que se quedaron a las puertas del quinto trofeo mundial, vendieron cara la derrota; de hecho, hasta el estelar Clayton Kershaw laboró como relevista con apenas dos días de descanso.
El equipo del sur de California se mantuvo al acecho con movimiento sobre las almohadillas en cada uno de los innings, y en el sexto tramo rompió el blanqueo gracias a sencillo impulsor del bateador emergente Andre Ethier.
La amenaza de ripostar siempre estuvo latente, pero los lanzadores de los Astros consiguieron el out oportuno para evitar daños mayores.
Ocho lanzadores, encabezados por el abridor Lance McCuller jr, usó en total Hinch para apaciguar la difícil toletería californiana y encaminar el que hasta ahora es el lauro más importante de su corta carrera como dirigente.
El título tiene una connotación especial para el beisbol venezolano. Y es que uno de sus máximos exponentes en la actualidad, José Altuve, recibirá el primer anillo que lo acredita como monarca de la gran carpa, para glorificar lo que fue una gran temporada en la que es candidato indiscutible al premio de Jugador Más Valioso.
Marwin González es otro que ve compensada lo que fue su mejor cosecha con el madero en la gran carpa; y aunque en la postemporada su aporte no fue el esperado, lo realizado a lo largo del año lo convierte en factor fundamental en la obtención del campeonato.