El español Carlos Alcaraz, de 21 años de edad, y el serbio Novak Djokovic, de 37 años, se medirán el domingo en la final de Wimbledon, repetición de la ganada el año pasado por el murciano, en un duelo generacional de tenistas que superaron este viernes sus respectivas semifinales.
Alcaraz, que venció al ruso Daniil Medvedev, de 28 años, en cuatro sets, 6-7 (1/7), 6-3, 6-4 y 6-4, buscará de este modo su segundo título en el torneo londinense y su cuarto Grand Slam, tras vencer en el US Open en 2022, en Wimbledon en 2023 y en Roland Garros este año.
Djokovic venció sin problemas al joven italiano Lorenzo Musetti, de 22 años, en tres sets, por 6-4, 7-6 (7/2) y 6-4, y tratará el domingo de elevar a 25 su récord de títulos de Grand Slam.
En caso de victoria, el serbio, que se sometió a una operación de rodilla hace poco más de un mes y que sorprendió con su clasificación a la final de Wimbledon, subirá a 99 su total de torneos ganados.
Alcaraz, tercer cabeza de serie del torneo, que ya había ganado a Medvedev, quinto favorito, en las semifinales del año pasado en Wimbledon, puede igualar en el palmarés del torneo a su compatriota Rafael Nadal, que se impuso en 2008 y 2010.
«Ya no soy un novato»
«Siento que ya no soy un novato. Ya sé lo que voy a sentir antes de jugar una final. Ya he estado antes en esta situación de jugar una final», dijo Alcaraz después del partido contra Medvedev.
El primer set mostró la igualdad entre ambos jugadores, que rompieron el servicio de su oponente en dos ocasiones para llegar al tie-break, que fue claramente favorable al ruso 7-6 (7/1).
El español cometió quince errores no forzados frente a ocho del ruso.
Era la tercera vez en este torneo de Wimbledon que el español cedía el primer set.
«Empecé muy nervioso. Daniil estaba dominando el partido, jugando un gran tenis. Fue difícil para mí el inicio», dijo Alcaraz.
Pero el español supo sobreponerse a ese primer revés psicológico y en el cuarto juego de la segunda manga rompió el servicio a su rival para ponerse 3-1 y acabar ganando el set por 6-3.
«Traté de controlar los nervios en el segundo set y creo que al final hice un buen partido», añadió el tenista murciano.
Alcaraz, tras un titubeante primer set, parecía recuperado y pronto volvió a quebrar el servicio de su rival en el tercer juego del siguiente set, para ponerse en ventaja de 2-1 y cerrar la manga en 6-4.
Imparable, el español, más agresivo en su juego y arriesgando más con sus golpes, rompió dos veces el servicio de su rival en el cuarto y definitivo set, por uno de su rival, para ganar la manga final por 6-4.
Con este triunfo, Alcaraz domina en los enfrentamientos a Medvedev con cinco victorias en siete duelos.
«Probablemente Carlos es el rival más duro al que me he enfrentado en mi carrera. Pero tengo tiempo de progresar y hacerlo mejor», dijo el ruso.
Djokovic, a un paso de Federer
Djokovic, segundo cabeza de serie, que disputará su 37ª final de Grand Slam, no tuvo problemas ante el italiano Musetti, 25º favorito del torneo, al que ha ganado en seis de los siete duelos entre ambos.
En caso de tomarse la revancha el domingo contra Alcaraz, el serbio igualaría el récord de ocho títulos en Wimbledon del suizo Roger Federer y se convertiría en el campeón más viejo del torneo en la era moderna.
«Estoy muy feliz de llegar a la final, pero no quiero pararme ahí, quiero el trofeo», expresó Djokovic luego de su victoria.
Y añadió: «Lo digo siempre. Wimbledon es el torneo con el que soñaba cuando era un niño y caían las bombas (por la guerra de los Balcanes). Me miraba en un espejo y me veía en esta pista».