El tenista español Carlos Alcaraz aseguró el miércoles sentirse mejor de sus recientes problemas físicos y estar listo para la defensa de su corona en el Masters 1000 de Indian Wells.
Alcaraz, de 20 años, vivió un accidentado inicio de curso con una eliminación en cuartos de final del Abierto de Australia. Luego vivió una retirada de Río de Janeiro por una lesión del tobillo derecho menos de dos semanas atrás.
El número dos mundial, que reapareció el domingo en una exhibición frente a Rafael Nadal, aspira a ser el primero en revalidar el título de Indian Wells. Sería el segundo en hacerlo desde que Novak Djokovic, que está de vuelta en el desierto, encadenó tres seguidos entre 2014 y 2016.
«Vengo aquí a defender» el trofeo, aseguró Alcaraz en una conferencia de prensa previa a su debut en el Indian Wells. «Es difícil, lo sé. Están los mejores tenistas del mundo, algunos de ellos han jugado un gran tenis este año».
«Probablemente algunos estén pensando en mi tobillo, en si voy a estar a 100% o no», señaló. «Pero yo también me encuentro mejor».
Ganador de 12 títulos, dos de ellos de Grand Slam, el vertiginoso ritmo de triunfos de Alcaraz atraviesa por un parón desde mediados del año pasado. Ene se entonces salió vencedor ante Djokovic en Wimbledon y perdió después su última final en Cincinnati también frente al serbio.
Por detrás de Djokovic en el ranking mundial, Alcaraz también amenazada su segunda plaza por el auge de Jannik Sinner, flamante campeón del Abierto de Australia. El español, sin embargo, trata de mantenerse a salvo de la presión que lo rodea.
«Intento sonreír todo el tiempo. Hacer bromas me permite seguir siendo yo mismo», señaló. «Intento no pensar demasiado en el éxito, quiero alejarme del ruido».
«La fama y la atención son buenas la mayor parte del tiempo. A veces te levantas de mal humor y sólo quieres esconderte y que no te reconozcan», apuntó. «Pero me gusta cuando la gente me reconoce».