El Sevilla sufrió para salvar un empate 1-1 contra el Salzburgo este martes en la primera jornada de la Liga de Campeones en un partido abierto y marcado por los penales en el Sánchez Pizjuán.
Un penal transformado por el croata Luka Sucic adelantó al Salzburgo (21), pero Iván Rakitic se empató con otra pena máxima (42) salvando un punto en un partido, que el Sevilla acabó con 10 por la expulsión de Youssef En-Nesyri (50).
Los dos contendientes se ponen en cabeza del grupo G a la espera de lo que hagan el Lille y el Wolfsburgo en el otro partido de la llave este martes.
Sevilla, a pesar de los penales
«Ha sido un partido muy raro. Cuando tienes tres penales en contra, un expulsado, creo que tienes que estar contento con el empate», comentó a pie de campo Rakitic, a la plataforma Movistar+ al término del encuentro.
El Sevilla saltó al césped del Sánchez Pizjuán como teórico favorito, pero se encontró con un rival que lo trató de tú a tú, presionando arriba la salida del equipo andaluz.
Los sustos empezaron pronto para el Sevilla cuando al cuarto de hora el joven delantero alemán Karim Adeyemi provocó un penal, que mandó fuera (13).
El equipo andaluz trató de aprovechar el juego alto de su rival para profundizar por los costados y centrar al área donde aparecía Youssef En-Nesyri.
Apenas había acabado de probar suerte el Sevilla con un globo demasiado alto de Alejandro ‘Papu’ Gómez (16), cuando Jesús Navas derribó a Adeyemi en el área provocando un nuevo penal.
Esta vez, Sucic no falló (21), aunque después mandaría al palo una tercer penal (37), provocado de nuevo por Adeyemi.
El joven delantero alemán del Salzburgo, de 19 años, fue una auténtica pesadilla para la defensa local, incapaz de parar sus internadas.
Pese a estar por delante en el marcador, el Salzburgo siguió atacando sin encerrarse atrás, mientras el Sevilla también llegaba pero sin puntería.
Al filo del descanso, un penal sobre En-Nesyri lo transformó Rakitic (42) para equilibrar el partido y dar aire a un Sevilla que veía escaparse el partido.
Más problemas
Las cosas se volvieron a complicar a la vuelta de la pausa cuando el Sevilla se quedó con 10 por la expulsión de En-Nesyri por doble amonestación (50).
Apenas tres minutos antes, el guardameta sevillista Bono había opuesto una mano providencial a remate a bocajarro de Edin Dzeko (47).
La expulsión de En-Nesyri cambió por completo la táctica del Sevilla, que pasó de buscar dominar el balón a encerrarse atrás y buscar sus oportunidades al contraataque y con balones largos.
En los últimos 20 minutos, el Salzburgo empezó a acusar el esfuerzo físico desplegado durante todo el encuentro, dando algo de aire al Sevilla, que salía con más facilidad.
En el 74, Rafa Mir cabeceó a las manos del portero rival al saque de una falta y Erik Lamela cabeceó fuera por poco otro centro al área (78).
El Sevilla acabó tirando de pundonor para tratar de dar la vuelta al partido, pero el marcador ya no se movería.