Numerosos aficionados del Real Madrid se han acercado al lugar habitual de las celebraciones, la céntrica fuente de Cibeles, para festejar la consecución del vigésimo título en la Copa del Rey de fútbol.
El equipo del italiano Carlo Ancelotti puso fin a su sequía en el torneo del k.o., que no ganaba desde 2014. Este sábado se impuso por 2-1 a Osasuna en el estadio sevillano de La Cartuja, con un doblete del brasileño Rodrygo. Esto, tras sendas acciones brillantes de su compatriota Vinicius Junior.
Aunque el Real Madrid no acudirá a la mítica fuente e incluso el equipo pernoctará en la capital andaluza, ya que el próximo martes jugará el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Manchester City, numerosos seguidores blancos no dudaron nada más acabar el encuentro en acercarse junto a la diosa, que como es preceptivo estaba protegida por vallas y las fuerzas de seguridad.
De hecho, también quedan pospuestas las habituales visitas a las instituciones públicas y a la Catedral de la Almudena después de la consecución de los títulos hasta que el calendario de partidos lo permita.
Inyección de moral
La Copa supone, de paso, para el Real Madrid una inyección de moral. Esto, de cara al partido de ida de semifinales de Liga de Campeones del martes contra el Manchester City en la capital española.
El encuentro se puso pronto de cara para el Real Madrid cuando Vinicius llegó hasta la línea de fondo para dejar atrás para el remate de Rodrygo a gol (2).
Vinicius volvió a ser a una pesadilla para la defensa rival, especialmente para su marcador Jon Moncayola, que sólo podía pararlo con faltas hasta ver la amarilla (21).
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