El veto de las Grandes Ligas luego las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela cambió el mapa del beisbol del país, escenario tradicional de prometedores prospectos.
Veteranos con pasado en las mayores ponen jerarquía a la temporada 2019-2020, cuya fase regular cruzó su ecuador con Cardenales de Lara y Águilas del Zulia liderando.
Bigleaguers de la casa y peloteros estadounidenses, luego de ser por décadas base de la importación de la LVBP, son excepción.
El grandesliga
Wilfredo Tovar, que jugó este año con los Angelinos de Anaheim, se preparaba para unirse a los Leones del Caracas cuando se enteró de que Major League Baseball, MLB, prohibía a peloteros de sus organizaciones competir en la LVBP.
“Conversé mucho con mi familia, ellos estaban preocupados, y me asesoré con mis abogados”, relató Tovar.
Había vivido su “mejor experiencia” al regresar a las Mayores después de pasar por los Mets de Nueva York en 2013 y 2014.
“Compartir con Mike Trout, con (Albert) Pujols, me ha ayudado mucho (…). Siempre hablábamos del bateo, me decían cosas que estoy poniendo en práctica”, contó a AFP el campocorto de 28 años de edad.
En el Caracas encontró nuevo mánager, Harry Guánchez, y a varios jugadores con limitada experiencia en campañas previas.
“Al principio no fue fácil (…). Les dije: soy humano, soy pelotero igual que ustedes”. Jesús Sucre, con Caribes de Anzoátegui tras militar con los Orioles de Baltimore, es otra rareza. Tovar y Sucre son agentes libres, y si consiguen nuevos contratos, dejarían la LVBP.
Un centenar de venezolanos jugó en las Grandes Ligas en 2019 y más de 1.800 en el resto de las categorías del sistema de la MLB.
El veterano
Yohan Pino, tetracampeón de la LVBP, lanzó con Mellizos de Minnesota y Reales de Kansas City en 2014 y 2015. El pelotero de 35 años de edad actúa con los Navegantes del Magallanes.
Jugadores como Pino, Ronny Cedeño, Niuman Romero, René Reyes y Arcenio León comparten perfil: viejas pasantías grandeligas y categoría probada en Venezuela.
“Hay muchos jóvenes, pero salen a dar cien por ciento y confiamos en ellos”, declaró Pino a la AFP.
El estadounidense Jay Austin evita hablar de sanciones. “Siempre oí de la Liga venezolana, siempre quise venir (…) y vine a jugar beisbol”, declaró a AFP el outfielder de Tigres de Aragua.
Dudas sobre el impacto de las medidas de Washington disuadieron de viajar a Venezuela a jugadores estadounidenses incluso si, como Austin, no tenían vínculos con la MLB.
El patrullero de 29 años de edad dio el paso tras hablar con Henry Rodríguez, compañero en Aragua, con quien coincidió en México. “Me dijo: ‘¡Ey, papi, ven a Venezuela!”.
Pete Rose, Barry Bonds o Greg Maddux iluminan la larga lista de estadounidenses con historia en la LVBP. Delmon Young fue Jugador Más Valioso el curso anterior.
Austin, Cade Gotta (Magallanes) y el lanzador de origen mexicano César Carrillo (Zulia) son los únicos esta vez.
Las sanciones para expulsar del poder al presidente socialista Nicolás Maduro incluyen un embargo petrolero, congelamiento de activos y restricciones financieras. Quienes las violen pueden entrar en una suerte de lista negra.
El nuevo, Leonardo Ferrini, debutante en la LVBP con 30 años de edad, forma llave segunda base-campocorto con Tovar. “Nunca desistí” de jugar beisbol, comentó a AFP el infielder, quien firmó con los Azulejos de Toronto en 2006, pero no pasó de Rookie League.
Se mudó al país de sus tatarabuelos, Italia, donde jugó con Víctor Gárate, actual coach de banca del Caracas. “Con las restricciones (…), me invitó a los campos de entrenamiento e hice el equipo”, indicó.
El aficionado
José López asiste fielmente a ver al Caracas en el Estadio Universitario. “El nivel de juego ha bajado y la afluencia al estadio también. Pero sigue siendo una actividad que el público disfruta”, dijo este aficionado de 49 años de edad.
Por a la grave crisis económica del país, donde el beisbol es rey, la fase regular fue recortada de 63 a 42 juegos por equipo. Una camiseta de los Leones cuesta cerca de 86 dólares, 10 veces el ingreso mínimo mensual.
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