La Unicef alertó que en Venezuela cada vez “más niños sufren desnutrición como consecuencia de la prolongada crisis económica y financiera”, e hizo un llamamiento para que “se agilice la puesta en marcha de una respuesta sistematizada contra la desnutrición, basada en la información desglosada y coordinada entre el gobierno y aliados”, señaló en un comunicado.
“Aunque no hay cifras exactas por la falta de información oficial sobre salud y nutrición, hay señales claras de que la crisis está limitando el acceso a los niños a la asistencia médica, alimentos y medicinas”, indicó la organización siete meses después de que en junio de 2017 el entonces recién designado especialista en salud y nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Dagoberto Rivera, dijo a El Nacional que para el organismo no era “prioridad pronunciarse”.
En el texto Unicef cita estadísticas del año 2009 del Instituto Nacional de Nutrición en donde 3,2% de los niños monitoreados menores de 5 años tenían un peso inferior a su estatura. “No obstante, los estudios no oficiales más recientes muestran tasas aún mayores”, precisa el organismo y citan los estudios de monitoreo de talla y peso que comenzó a hacer Cáritas, organización humanitaria de la Iglesia Católica.
En agosto de 2017 a través de este sistema de vigilancia se constató que 15,5% de los niños evaluados presentaban síntomas de adelgazamiento, comparado con el 11,1% en el trimestre anterior, y 20% adicional de niños en riesgo de desnutrición. “Los resultados de estos estudios, aunque no representan el total de la población, son un indicador del continuo deterioro del estado nutricional de los niños”, precisan.
Agregan que el gobierno ha dado provisiones de comida mensuales –las cajas de los CLAP– a precios accesibles. “Pero hace falta más para revertir el preocupante deterioro en el bienestar de los niños”, reiteran.
En mayo del año pasado la Unicef emitió su primer comunicado preocupado por el aumento de la mortalidad infantil cuando se publicaron los boletines epidemiológicos de los años 2015 y 2016 en el portal web del Ministerio de Salud. Desde entonces no se hablaba sobre la salud y vulnerabilidad alimentaria.
El silencio que han mantenido los organismos internacionales en medio de la crisis ha sido criticado por el gremio médico y defensores de los derechos humanos durante todo el año pasado.
Sin embargo, Susana Raffalli, experta en Seguridad Alimentaria y asesora del programa de vigilancia de talla y peso de Cáritas, asegura que el organismo que defiende los derechos de los niños “dio el paso más importante en defensa de los niños en los últimos años en Venezuela”.
“Si Unicef a nivel nacional, por las razones que fueran, se había reservado pronunciarse, yo siempre le daba el voto de confianza porque quizá la situación no era tan grave y decidieron asumir las consecuencias para evitar que su pronunciamiento no fuera mal recibido, pero ahora estoy preocupada. Si Unicef se pronuncia es porque es muy grave la situación. Decidieron salir de su zona de confort política”, agrega Raffalli.
Financian monitoreo de Cáritas
El monitoreo de Cáritas, en su quinto informe, revela que la desnutrición aguda global está en 16,2%, lo cual equivale a una duplicación en un año.
Desde hace un año el programa humanitario de la Iglesia Católica ha medido y tallado a niños menores de 5 años de edad en las parroquias más pobres de los estados Vargas, Miranda, Zulia y Distrito Capital. En su último monitoreo expandieron su muestra a Carabobo y Bolívar.
En diciembre la Unicef con sede en Venezuela, anunció que suscribió con Cáritas un plan de trabajo con base en actividades de seguimiento, prevención y atención en 16 parroquias de 4 estados del país.
El acuerdo prevé la dotación de insumos para garantizar la alimentación suplementaria y terapéutica en aquellos casos que hubiere lugar, así como el fortalecimiento de mecanismos de generación de información sobre la situación nutricional infantil que permita la alerta y toma de decisiones oportunas a las familias, comunidades y gobierno.
En el comunicado Unicef reitera su disposición para reforzar el apoyo al gobierno y los aliados en la sociedad civil para mitigar el impacto de la crisis sobre los niños más vulnerables.