En la segunda semana de febrero, cuatro pacientes murieron en el psiquiátrico El Pampero, de Barquisimeto, por desnutrición. La falta de comida es lo más común entre los enfermos de este centro de salud.
Adamus Pérez pesaba 39 kilos cuando murió la semana pasada. Su compañero, José Luis Rodríguez, sucumbió el 9 de febrero, un día antes que Pérez. Otras dos muertes enlutaron el hospital los días 12 y 13 de febrero. En total son 9 pacientes fallecidos.
Hace dos semanas el personal del psiquiátrico salió a las calles adyacentes al centro de salud, para informar a la opinión pública que cinco de los enfermos recluidos habían muerto por hambre entre los meses de septiembre y enero. La directiva no emitió ninguna declaración, y los otros cuatro pacientes fueron muriendo, uno tras otro, en una semana.
A comienzos de febrero, el personal del hospital denunció a El Nacional que el 27 de septiembre de 2017 había muerto Omar Mendoza, de 65 años de edad, con un peso menor a 35 kilos. Su caso se dio a conocer cuando el diario The New York Times publicó las fotos de él y sus compañeros en las que mostraban una delgadez severa, acompañadas del relato sobre cómo habían perdido la mitad de su peso en el año 2016.
El psiquiátrico El Pampero es uno de los centros de salud adscritos a la Gobernación de Lara. La escasez de comida comenzó en 2016 cuando el gobernador era Henri Falcón, pero después de las elecciones regionales en las que ganó Carmen Meléndez, el desabastecimiento de comida empeoró, según las denuncias.
En octubre murió también Mario López y el 10 de enero expiró Arcangelina Molinet. En octubre del año pasado, cuando empeoró la escasez de comida en el psiquiátrico, se pesó a cada uno de los pacientes. En diciembre, en promedio, cada uno había bajado entre 6 y 10 kilos.
El menú desde septiembre del año pasado es el mismo: pollo desmechado solo una vez a la semana, vegetales y arroz. Comen tres veces al día raciones mínimas.
El personal de salud asegura que todos los pacientes tienen la piel pegada a los huesos y otros están hinchados por la falta de proteínas.