Once personas conviven en una casa de dos cuartos pequeños, dos adultos y nueve menores de edad. La madre, Andri Castro, cocinera de profesión, duerme en una colchoneta en la sala. y ofreció una entrevista para La Voz de América.
Una de sus hijas, Yoselin Castro, de apenas doce años padece de desnutrición. Algo que se ha vuelto común en las familias venezolanas.
Tras observar el estado anímico de la niña en decadencia, deciden llevarla al médico. El especialista le recetó un tratamiento que no ha podido cumplir, debido a la escasez de medicinas.
“Esta casa se mantiene con dos sueldos mínimos”. dijo Adri Castro en una entrevista al diario La Voz de América. Yoselin y su madre hacen “magia” para adquirir productos alimenticios de la cesta básica.
Andri comentó que a veces alargan las horas para comer y aseguró que no han consumido carne ni pollo desde hace un mes y medio.
Con lágrimas les dice a sus hijos que se aguanten el hambre, porque no tiene dinero para comprar comida. “Así trabaje o no trabaje es lo mismo, el sueldo no me alcanza para nada”, detalló.
Contó que su hija con desnutrición le pide alimentos pero debe decirle que tendrá que ir a la cama con el estomago vacío.
Andri y sus hijos llevan un día sin comer.