La crisis humanitaria en Venezuela y su impacto en la región genera más alarma que un posible incumplimiento del pago de la deuda soberana, cuyos efectos estarían «contenidos», advirtieron el Fondo Monetario Internacional (FMI), economistas y autoridades.
El FMI considera el «marcado aumento» de la diáspora venezolana como un efecto negativo mayor para sus vecinos que un eventual default, en tanto Venezuela «continúa inmersa en una grave crisis económica, humanitaria y política sin solución a la vista».
«Los efectos de un posible incumplimiento del pago de la deuda soberana por parte de Venezuela estarían contenidos porque las carteras de los inversionistas ya han incorporado este riesgo», indicó el FMI en su último informe de perspectivas económicas en las Américas.
«En cambio, el principal riesgo para la región está relacionado con la crisis humanitaria y la consiguiente migración de ciudadanos venezolanos a países vecinos, en particular a Colombia y Brasil”, apuntaron.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, subrayó «las presiones sobre las finanzas públicas que esto supone en términos de demanda de ciertos servicios» en los países limítrofes. «Los refugiados de Venezuela son un desafortunado efecto secundario de la crisis, que es extremamente severa», dijo por su parte su adjunto Robert Rennhack. –
Sin efecto dominó
El Estado venezolano y su petrolera PDVSA deben pagar unos 3.800 millones de dólares en vencimientos de deuda en octubre y noviembre, pero analistas desestiman un efecto dominó en la región.
«Una cesación de pagos puede perjudicar a acreedores privados, pero la economía mundial no colapsará por culpa de Venezuela», dijo a la AFP un especialista del mercado de bonos bajo condición de anonimato.
«Por otro lado, existe un problema real de refugiados y fuga de población, que probablemente sea más importante», agregó.
Ludovic Subran, economista jefe de la aseguradora Euler Hermes, coincidió. «El peligro de que la crisis venezolana se extienda a otros países es bastante bajo», dijo, al considerar improbable que un default venezolano provoque una crisis que golpee a otros países emergentes, fuertemente endeudados en los últimos años en los mercados internacionales aprovechando tasas de interés muy bajas.
«El tema hoy es más humanitario que económico», afirmó Subran. «Para Colombia, por ejemplo, es una gran carga», agregó. El FMI reconoció que esta realidad es «un desafío» para el gobierno de Juan Manuel Santos.