La farmacéutica Merck pidió este lunes a la agencia reguladora norteamericana que autorice su medicamento contra el covid-19, que añadiría un arma nueva y fácil de utilizar al arsenal del mundo contra la pandemia. En otro avance de tratamientos contra el virus, AstraZeneca anunció que un cóctel de anticuerpos dio resultados considerados positivos en ensayos clínicos de fase 3. Así lo anunció la farmacéutica el lunes en un comunicado.
El comprimido de Merck se llama molnupiravir, “un medicamento antiviral oral en fase de investigación para el tratamiento del covid-19 de leve a moderado en adultos que corren el riesgo de evolucionar a covid-19 grave y/o de ser hospitalizados”, dijo la empresa en un comunicado.
Si es aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) -una decisión que podría tomarse en cuestión de semanas-, sería la primera píldora demostrada para tratar la enfermedad. Todos los demás tratamientos contra la enfermedad respaldados por la FDA requieren una inyección o una vía intravenosa.
Una píldora antiviral que la gente podría tomar en casa para reducir sus síntomas y acelerar su recuperación sería un avance trascendental que reduciría la carga sobre los hospitales y ayudaría a combatir brotes en países más pobres con sistemas médicos vulnerables. También reforzaría la estrategia en dos frentes de la pandemia: el tratamiento con medicación y la prevención, sobre todo a través de vacunas.
La FDA estudiará los datos de la compañía sobre la seguridad y efectividad del medicamento, molnupiravir, para tomar una decisión.
El estudio de Merck
Merck y su socia Ridgeback Biotherapeutic dijeron haber pedido específicamente que la FDA autorice el uso de emergencia para adultos con casos de leves a moderados con riesgo de desarrollar un cuadro grave o ser hospitalizados. Son aproximadamente los casos en los que se utilizan los medicamentos por vía intravenosa.
“El valor aquí es que es una píldora, de modo que no hay que ocuparse de los centros de infusión todos los factores en torno a eso”, dijo el doctor Nicholas Kartsonis, vicepresidente de la unidad de enfermedades infecciosas de Merck. “Creo que es una herramienta muy poderosa para añadir al repertorio”.
La compañía había reportado este mes que la pastilla redujo aproximadamente a la mitad las hospitalizaciones y muertes en pacientes con síntomas iniciales de covid-19. Los resultados fueron tan claros que expertos médicos independientes que supervisaban el ensayo recomendaron detenerlo antes de tiempo.
Los efectos secundarios fueron similares entre pacientes que recibieron el fármaco y los del grupo de control que recibieron un placebo. Sin embargo, Merck no ha hecho públicos los problemas reportados, que podrían resultar decisivos en la decisión de la FDA.
Estados Unidos sigue considerando las vacunaciones como la mejor forma de protegerse contra el covid-19. Pero con 68 millones de estadounidenses que podrían inmunizarse, pero aún no quieren hacerlo, los medicamentos efectivos serán cruciales para controlar nuevas olas de contagios.
Desde el principio de la pandemia, los expertos en salud han recalcado la necesidad de tener una píldora cómoda de utilizar. El objetivo es conseguir algo similar al Tamiflu, una medicación introducida hace 20 años y que reduce en un día o dos la duración de una gripe y reduce la gravedad de los síntomas como la fiebre, tos y congestión nasal.
Tres medicamentos con anticuerpos autorizados por la FDA han demostrado una gran eficacia para reducir las muertes de covid-19, pero son caros, difíciles de producir y requieren equipamiento y profesionales sanitarios especializados para administrarlos.
Si la FDA autoriza el medicamento, el gobierno estadounidense ha acordado comprar las píldoras para atender a 1,7 millones de personas a un costo de unos 700 dólares por tratamiento. Es menos de la mitad de lo que cuestan los medicamentos con anticuerpos adquiridos por el gobierno estadounidenses -unos 2.000 dólares por infusión- pero sigue siendo más caro que muchas píldoras antivirales para otras enfermedades.
En una entrevista, Kartsonis dijo que la cifra de 700 dólares no era el precio final de la medicación.
El cóctel de AstraZeneca
AstraZeneca anunció que los ensayos del fármaco AZD7442, consistente en una combinación de anticuerpos, “dieron lugar a una reducción estadísticamente satisfactoria” de los “casos graves de covid-19 o de las muertes por la enfermedad en comparación con un placebo en pacientes no hospitalizados con síntomas leves o moderados”, explicó AstraZeneca.
90% de los participantes pertenecían a categorías de pacientes considerados de alto riesgo de desarrollar formas graves de covid-19, incluyendo aquellos con comorbilidades.
Los participantes recibieron el tratamiento en los cinco días siguientes a la aparición de los primeros síntomas, y el análisis preliminar de los resultados muestra que el “AZD7442 redujo el riesgo de desarrollar covid-19 grave o mortal en 67% de los casos en comparación con el placebo”, señala el comunicado.
“Dado que continúan los casos graves de covid-19 en todo el mundo, existe una importante necesidad de nuevas terapias como el AZD7442 para proteger a las poblaciones vulnerables”, comentó Hugh Montgomery, profesor de medicina de cuidados intensivos en la University College London y uno de los principales investigadores en este ensayo clínico, en el que participaron 903 personas.
AstraZeneca presentará los datos a las autoridades sanitarias y ya entregó una solicitud a la administración de alimentos y medicamentos estadounidense, la FDA, para que apruebe el fármaco para tratar el Covid-19.
El grupo anunció en marzo un acuerdo con Estados Unidos para suministrar hasta 700.000 dosis de este tratamiento con anticuerpos al país este año por un total de 726 millones de dólares.
Agencias AFP y AP