El cambio de hora de verano puede provocar desajustes en el sueño y la nutrición. También en la autoestima y la actitud, según la psicóloga y miembro de Doctoralia, María Consuelo Vilasánchez.
A juicio de esta experta, el cambio de hora puede afectar «más de lo que parece». Los ritmos biológicos tienen que reajustarse aunque el adelanto sea tan solo de una hora, lo que afecta al organismo.
El cambio de hora en invierno es más saludable
Vilasánchez mantiene que el horario de invierno, que cambió la madrugada del sábado al domingo, es más saludable que el de verano. Se debe a que con el primero están sincronizados la salida de la luz solar y el inicio de la jornada laboral.
A ello se une, según Vilasánchez, que en el horario de verano dormimos menos, lo que puede repercutir en la concentración y rendimiento a lo largo del día.
Consejos para adaptarse
¿Y cómo adaptarse mejor al cambio? La psicóloga destaca la importancia de seguir con las rutinas habituales, con lo que aconseja «no aventurarse a emprender actividades nuevas». Pero la experta también da una serie de consejos para que el adelanto repercuta lo menos posible:
Entender el cambio y sus consecuencias en el organismo: es vital no agobiarse si los primeros días nos sentimos más irritables, cansados o tenemos más sueño. Es algo temporal. No obstante, propone hacer actividades más relajantes que hagan sentir mejor al cuerpo, como la meditación o el yoga.
- Adaptación gradual: en su opinión sería bueno que durante la semana -antes del cambio horario- se modifiquen los horarios de las comidas. Se puede empezar por un cuarto de hora antes e ir aumentando los días sucesivos. Esta modificación es especialmente importante en bebés y personas mayores, al ser los que más sufren el cambio horario. Tomar una dosis extra de frutas y verduras hará, según la experta, que se sienta con más energía.
- Cuidar el sueño: con el cambio hay que irse antes a dormir, con lo que para tener sueño por la noche es preferible evitar siestas los primeros días, así como bebidas estimulantes al menos dos horas antes de acostarnos.
- No hacer actividades estimulantes antes de dormir: el uso de móviles y tabletas antes de tratar de conciliar el sueño no es recomendable en tanto que sí es 100 % aconsejable seguir con una buena rutina de ejercicio diaria.
- Disfrutar de la luz natural al aire libre.
- Preparar el sueño: la experta propone recurrir a baños relajantes y promover un ambiente que induzca el sueño con velas o luces de intensidad baja.
Todo ello ayudará a que este cambio de hora se haga más llevadero y poder disfrutar de las horas de luz solar que brinda esta época del año.