Imagen: Archivo
El cáncer uterino es el tipo más común de cáncer ginecológico. Se estima que se diagnosticarán alrededor de 67.880 nuevos casos en 2024 y aproximadamente 13.250 personas podrían morir por esta enfermedad en los Estados Unidos durante el mismo año, según el Instituto Nacional del Cáncer de ese país.
De acuerdo con un artículo de la Clínica Mayo, escrito por Jessica Saenz, aunque las tasas de mortalidad del tipo más común de cáncer uterino —el cáncer endometrioide— se mantuvieron estables, las muertes por tipos raros y agresivos de este cáncer aumentaron significativamente cada año desde 2010 hasta 2017.
El texto destaca un aumento desproporcionado en las muertes por cáncer uterino entre las comunidades hispana, negra y asiática.
¿Cuáles son sus síntomas?
Las guías médicas explican que este tipo de cáncer puede manifestarse a través de diversos síntomas, siendo el más común el sangrado vaginal anormal, especialmente después de la menopausia. En personas que aún no han llegado a la menopausia, este sangrado puede ocurrir entre periodos o ser mucho más abundante de lo habitual.
Otros síntomas incluyen dolor pélvico persistente, dolor durante las relaciones sexuales y flujo vaginal anormal, que puede ser acuoso o con sangre. También puede presentarse dolor al orinar o sensación de presión en la pelvis. Ante la aparición de alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para una evaluación adecuada.
Aunque el cáncer uterino no se puede prevenir completamente y no existe una prueba de detección estándar, se recomienda un examen pélvico anual. Esto debido a que existen una serie de factores de riesgo que pueden incidir en el aumento de esta condición.
Kristina Butler, M.D., oncóloga ginecológica de la Clínica Mayo, explica que ciertos medicamentos y condiciones como el síndrome de ovario poliquístico y la obesidad, o cambios como la menopausia, también pueden afectar tus niveles de estrógeno.
«Con la edad, la menopausia calma el útero, pero es cuando notamos un aumento en la incidencia de cáncer uterino porque pueden ocurrir mutaciones anormales», dice Butler.
Cáncer uterino: factores de riesgo
Los factores de riesgo del cáncer de útero están relacionados principalmente con los cambios hormonales, el estilo de vida y ciertas condiciones médicas. Uno de los factores más importantes es el desequilibrio entre las hormonas estrógeno y progesterona. El estrógeno promueve el crecimiento del endometrio, mientras que la progesterona lo regula. Cuando los niveles de estrógeno aumentan sin un aumento correspondiente en la progesterona, existe un mayor riesgo de desarrollar cáncer endometrial.
Esto puede ocurrir en personas con obesidad, ya que las células de grasa producen estrógeno, lo que incrementa el riesgo. Además, el uso prolongado de ciertos medicamentos, como el tamoxifeno, y condiciones como el síndrome de ovario poliquístico, también pueden influir en el riesgo.
En efecto, Kristina Butler, M.D., oncóloga ginecológica de la
Clínica Mayo, explica que ciertos medicamentos y condiciones como el
síndrome de ovario poliquístico y la obesidad, o cambios como la menopausia, también pueden afectar tus niveles de estrógeno.
Otro factor relevante es la edad. A medida que una persona envejece, especialmente después de la menopausia, el riesgo de cáncer de útero aumenta. Durante la menopausia, los niveles hormonales fluctúan, lo que puede generar mutaciones en las células del endometrio.
Las mujeres que nunca han tenido hijos o que comenzaron su menstruación a una edad temprana o tuvieron menopausia tardía, también presentan un mayor riesgo debido a la exposición prolongada al estrógeno a lo largo de su vida.
¿Cómo prevenir el cáncer de útero?
Para reducir el riesgo de cáncer de útero, se recomienda mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y ejercicio regular, ya que esto puede ayudar a regular los niveles de estrógeno. Evitar la obesidad es fundamental porque el exceso de grasa corporal eleva los niveles de estrógeno en el cuerpo.
También es importante someterse a exámenes pélvicos anuales para detectar posibles signos tempranos de problemas. Las personas que están en mayor riesgo, como aquellas con antecedentes familiares de cáncer de útero o que tienen condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico, deben consultar regularmente con su médico para monitorear su salud hormonal.
Además, los médicos pueden recomendar el uso de anticonceptivos hormonales que combinan estrógeno y progesterona, ya que estos pueden reducir el riesgo de cáncer endometrial. Por último, llevar un estilo de vida saludable y evitar el consumo excesivo de alcohol o el tabaquismo también son formas de prevenir esta enfermedad.
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