El punto G queda entre cinco y seis centímetros desde la entrada del área vaginal, hacia adentro, en la pared anterior de la vagina. Por delante tiene el hueso pubiano y la uretra… Una explicación tan anatómica no dice lo mucho que se ha escrito acerca de este famoso punto, al cual se le adjudica ser un gran generador de placer al ser estimulado.
Es una de las zonas erógenas de las que más se habla y, por supuesto, toda aquella mujer que quiere vivir a plenitud sus experiencias sexuales, podría interesarse en los tópicos que la ayuden en ese objetivo. Es así como su activación, o más bien, agrandamiento, se ha puesto en el tope de los tratamientos de medicina estética junto con el rejuvenecimiento de la zona íntima.
La doctora Karolina Landaeta, médico especializado en medicina estética, explica que el tratamiento consiste en aplicar ácido hialurónico en la zona para aumentar su tamaño: “En el famoso punto G lo que tenemos son terminaciones nerviosas que al ser estimuladas se obtiene gran satisfacción sexual. Lo que se busca con este tratamiento es optimizar esa labor aplicando lo que se llama el G-Shot, que consiste en aplicar entre medio y un centímetro cúbico de ácido hialurónico reticulado en ese punto para pronunciarlo hacia la pared vaginal”.
El objetivo de esta pronunciación es que cuando se dé la penetración esa ganancia en tamaño sea más fácil de alcanzar y producir mayor satisfacción sexual. Sin embargo, este no es un tratamiento permanente. Dura entre seis y ocho meses, como todo tratamiento estético con ácido hialurónico inyectado.
El punto G
Landaeta explica que el aumento del punto se da porque el acido hialurónico capta agua y se forman una especie de granulitos en el área, con lo cual es más fácil el roce y habrá mayor estimulación para provocar un aumento importante del placer sexual. Cabe destacar que la aplicación se hace con una sola inyección directa en el área; y es posible que el especialista realice un eco intravaginal antes del procedimiento.
La aplicación del G-shot se recomienda especialmente a aquellas pacientes que nunca han tenido un orgasmo, además de quienes buscan un orgasmo interno vaginal. “Recordemos que el clítoris es un órgano muy grande y muchas de sus terminaciones influyen en el punto G, de manera que con esta estimulación se estaría propiciando un área mayor para lograr el orgasmo”, dijo.
Landaeta agrega que este tratamiento también puede favorecer a aquellas mujeres que comienzan el periodo de perimenopausia y menopausia, pues presentan mayor resequedad vaginal lo que complica la relaciones sexuales: “Hay muchas investigaciones en desarrollo y que arrojan constantes resultados acerca del ácido hialurónico. Recientemente se estableció que es posible inyectarlo en mínimas dosis en el canal vaginal para tratar de mantener el agua en las estructuras y minimizar la resequedad vaginal”.
Según la experta, esto no duele -aunque hay que estar claro que intimida-; el procedimiento puede durar un máximo de diez minutos y es ambulatorio. Además, es recomendable que durante los primeros cuatro o cinco días no tenga relaciones sexuales, sino que espere a que se estabilice la sustancia para que no haya movilización.
Atención: no todo es color rosa
Antes de proceder con este y otros tratamientos de este tipo, es recomendable la consulta al médico ginecólogo que avale lo que se quiere hacer, también es importante recurrir a centros especializados, certificados para garantizar que estamos en manos de médicos expertos, como ginecólogos con especialización en el área estética, y por supuesto, estar alerta a las posibles complicaciones.
Entre estas pueden observarse alergia a la sustancia, lo cual ocurre rara vez, según Landaeta, pues el cuerpo produce ácido hialurónico; y otra puede ser que el paciente tenga una sensación como si tuviese cistitis, porque puede darse una inflamación del área de la uretra. y esto podría causar cierta incomodidad que desaparecer en cuatro o cinco días.
Otras contraindicaciones pueden estar relacionadas con infecciones bacterianas ni por hongos o cualquier condición de salud en el área. Para someterse a estos tratamientos hay que estar sano porque esto es estético, no curativo. De resto, esto no tiene riesgos.
Finalmente, vale mencionar que la posición en la que mejor se estimula el punto G es la de cowboy pues anatómicamente se estimula mucho mejor el área a pesar de que, en muchos casos, esta puede ser una postura que le genera muchas inseguridades a la mujer.
Por Adriana Terán
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional