Un equipo de investigadores de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), la Universidad de Bolonia (Italia) y el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) de Ecuador buscan confirmar el primer registro en territorio ecuatoriano de la hormiga tejedora camponotus textor.
Este descubrimiento puede ampliar el rango de distribución conocido de la especie en aproximadamente 1.042 kilómetros desde el punto más cercano en Panamá, según aseguró en un comunicado el Inabio.
Sin embargo, el Inabio aclaró que los datos de ciencia participativa, por sí solos, no pueden definitivamente confirmar la presencia de esta hormiga en Ecuador debido a la necesidad de datos morfométricos precisos.
«No es posible confirmar con certeza las observaciones de iNaturalist como C. textor. Pero los datos participativos pueden servir como un primer paso. Con ellos, evaluaremos la distribución potencial de esta especie en nuevas áreas«, añadió el Instituto de Biodiversidad.
De confirmarse este hallazgo con datos morfométricos, el número de especies de hormigas conocidas en Ecuador llegaría a 826. Además, las especies del género camponotus se situarían en al menos 61.
El historial de la hormiga Camponotus en América
Camponotus es el segundo género de hormigas más grande, después de pheidole, con más de 1.000 especies descritas, divididas en 43 subgéneros. En Ecuador continental se han descrito al menos 60 especies y cinco subespecies.
Camponotus textor se ha registrado en Centroamérica (Honduras, México, Costa Rica y Panamá) y en América del Sur (este de Brasil, Bolivia y Guayana Francesa).
La falta de información sobre su distribución y la posible confusión con registros más antiguos, identificados como camponotus senex en el norte de Suramérica, impiden determinar si esta especie es nativa de Ecuador o si fue introducida recientemente.
La situación se complica debido a los pocos registros y colecciones científicas de hormigas en las tierras bajas del Pacífico de Ecuador, apuntó el Inabio.
Se precisó que la riqueza de especies y la composición de las comunidades de hormigas en el oeste de Ecuador aún son poco conocidas.
Los datos de ciencia participativa son cruciales para proporcionar información geográfica sobre estas especies. Sin embargo, es esencial que los caracteres de identificación sean claramente visibles en las fotos subidas a plataformas participativas.
Este estudio subraya la importancia de combinar colecciones científicas de museos con datos de ciencia participativa para identificar especies crípticas.