Un artículo publicado en la Revista de la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela “pretende dar una visión sobre los factores que influyen en el envejecimiento y las posibles terapias que las últimas investigaciones proponen”.
La autora, María del Rosario Garrido, profesora jubilada de la UCV, indica que “los progresos tecnológicos y científicos lucen esperanzadores”.
¿Qué es el envejecimiento?
Los gerontólogos definen el envejecimiento como un conjunto de cambios deteriorantes posmaduracionales, con pérdida progresiva de las funciones corporales y una disminución en la fertilidad, señala la autora.
“Estos procesos degenerativos, de comienzo temprano y progresión lenta, implican una disminución en la habilidad del organismo para sobrevivir”, agrega.
¿Qué significa curar el envejecimiento?
Garrido detalla que “curar el envejecimiento no significa vivir para siempre”, pero sí supone la reducción del sufrimiento.
Indica que inversionistas de todo el mundo se han unido para combatir el envejecimiento y las enfermedades asociadas, y pone como ejemplo la fundación en 2013 de Calico (California Life Company), una “compañía de biotecnología de investigación y desarrollo con el objetivo de combatir el envejecimiento y las enfermedades asociadas”.
La bióloga molecular estadounidense Cynthia Jane Kenyon, vicepresidenta de investigación sobre el envejecimiento en Calico, descubrió un gen relacionado con el envejecimiento. En su trabajo con gusanos logró inhibirlo y duplicar el tiempo de vida.
En octubre de 2023, Calico publicó en la revista Nature el descubrimiento y los resultados preclínicos de un inhibidor para usar en inmunoterapia contra el cáncer.
¿Cuánto podemos vivir?
En el artículo publicado en la revista de la UCV, María del Rosario Garrido señala que “cada cromosoma humano está formado por una cadena lineal de miles o millones de nucleótidos. En cada extremo de esta cadena aparece una secuencia repetitiva de nucleótidos que son las conocidas como telómeros”.
La palabra telómero proviene del griego τέλος [telos] (final), y μέρος [meros] (parte). “Son complejos especializados de ADN-proteína que se encuentran en los extremos de los cromosomas lineales y los protegen de la degradación y pérdida de genes esenciales”, explica.
“Los telómeros son típicos de células eucariotas, que tienen cromosomas lineales, pero la mayoría de las procariotas, como las bacterias, tienen cromosomas circulares y no tienen telómeros”, agrega.
¿Puede ser el encogimiento de los telómeros, lo que sucede cada vez que una célula se divide, una causa del envejecimiento humano?”, se pregunta Garrido. Y responde: “En la actualidad se acepta no solo que el acortamiento telomérico es la principal causa de la senescencia celular, sino que en realidad el reloj molecular cuenta el número de ciclos que la célula puede soportar”.
El acortamiento de los telómeros se asocia a la diabetes, a las enfermedades cardíacas, a algunos tipos de cáncer, a alteraciones de la función inmunitaria y problemas pulmonares.
Las canas también se producen por el acortamiento de los telómeros.
La telomerasa, una enzima descubierta en 1985, “es el principal regulador de la longitud de los telómeros”, aunque en humanos no es factible ralentizar el envejecimiento reintroduciéndola en los tejidos “porque implicaría modificar el genoma desde la fase embrionaria”.
Lo que sí es potencialmente aplicable en humanos, continúa la autora, “es la terapia génica que activa la telomerasa allí donde se desea, tras una única inyección local”.
¿Qué tiene que ver la senescencia celular con el envejecimiento?
Garrido explica que la división celular es el proceso que hace que una célula dé lugar a dos hijas idénticas, lo que es la base de la proliferación celular. “La senescencia consiste en la incapacidad de llevar a cabo este ciclo”, señala.
Las celulas senescentes muestran alteraciones morfológicas, dice la autora, y pueden conducir a múltiples enfermedades. Nuevos hallazgos sugieren “que es viable retrasar las enfermedades relacionadas con la edad mediante la modulación de los mecanismos fundamentales de este proceso”.
Las células senescentes se han relacionado con la fibrosis pulmonar, renal y hepática, la arteriosclerosis y enfermedades neurodegenerativas.