Los interrogantes sobre la salubridad del Sena se reavivaron este domingo tras conocerse que la triatleta belga Claire Michel, que concluyó 38ª en el triatlón femenino el 31 de julio, está «enferma» y que su equipo no participó en la prueba mixta del lunes.
El Comité Olímpico Belga (COIB) y «Belgian Triathlon esperan que se extraigan lecciones para las próximas competiciones de triatlón en los Juegos Olímpicos«, indicaron los organismos en un comunicado.
Entre sus reclamaciones, ambas organizaciones pidieron «garantías sobre los días de entrenamiento, de competición y del formato de las competencias» por anticipado para evitar la «incertidumbre para los atletas, su entorno y los aficionados».
Al inicio de la noche del domingo se supo que la prueba de relevos mixta se mantenía el lunes como estaba previsto. Esto, después de que los últimos resultados de los análisis mostraran que la calidad del agua en el Sena «mejoró en las últimas horas» en la zona, y que, según las pruebas prospectivas, «se situará en los límites aceptables por el World Triathlon».
El agua del Sena lleva meses teniendo en vilo a los organizadores de París-2024. La prueba masculina se aplazó 24 horas hasta su celebración, así como varios entrenamientos, ya que la calidad del agua del Sena desaconsejaba el baño.
Los niveles de bacterias encontradas en «ciertos lugares» del recorrido eran «todavía superiores a los límites aceptables». De esta manera lo había explicado entonces el Comité de Organización y World Triathlon sobre el atraso del triatlón masculino inicialmente previsto para el 30.
El triatlón masculino se realizó, sin embargo, al día siguiente, tras la prueba femenina, con los análisis mostrando niveles particularmente bajos de E. Coli, la más problemática de las dos bacterias fecales medidas para autorizar o no la realización de las competiciones en aguas abiertas, según explicó al día siguiente el Comité de Organización (COJO).
¿Qué es la E. Coli?
De acuerdo con la Clínica Mayo, la bacteria Escherichia coli (E. coli) vive en los intestinos de las personas y de los animales sanos. La mayoría de las variedades de Escherichia coli son inofensivas o causan diarrea breve. Sin embargo, algunas cepas, como la Escherichia coli O157:H7, pueden causar cólicos abdominales intensos, diarrea con sangre y vómitos.
En condiciones normales, los seres humanos pueden estar expuestos a la Escherichia coli proveniente de agua o de alimentos contaminados, sobre todo de los vegetales crudos y de la carne de res molida poco cocida.
«Los adultos sanos suelen recuperarse de la infección por E. coli O157:H7 en el plazo de una semana. Los niños pequeños y los adultos mayores presentan un mayor riesgo de desarrollar un tipo de insuficiencia renal que pone en riesgo la vida», dicen a través del site de la clínica.
Síntomas de la infección
Los signos y síntomas de la infección por E. coli O157:H7 suelen aparecer tres o cuatro días después de la exposición a la bacteria. Pero, de acuerdo con los expertos, una persona puede enfermarse al día siguiente de haber estado expuesto, o más de una semana después. Los signos y síntomas incluyen los siguientes:
- Diarrea, que puede ser variar entre leve y líquida y grave con sangre.
- Calambres estomacales, dolor o sensibilidad en el estómago.
- Náuseas y vómitos en algunas personas.
Explican desde la Clínica Mayo que la mayoría de los adultos sanos se recuperan de la enfermedad por E. coli en una semana. Sin embargo, es posible que algunas personas, en particular los niños pequeños y los adultos mayores, padezcan una forma de insuficiencia renal que puede poner en riesgo la vida, conocida como síndrome urémico hemolítico.
Finalmente, recomiendan buscar asistencia médica si la diarrea es persistente, intensa o sanguinolenta.