El 6 de enero se celebra en España y en algunos otros países del mundo el ‘Día de Reyes’, que recuerda la llegada de los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, al pesebre donde había nacido el Niño Jesús. Dice la historia que los tres hombres llegaron guiados por la estrella de Belén, con la misión de entregarle a Jesucristo incienso, mirra y oro como ofrendas.
Es por eso que muchas culturas alrededor del mundo entregan los regalos de las fiestas navideñas en el ‘Día de Reyes’, y no el 25 de diciembre, como se suele hacer en Colombia, Venezuela o Estados Unidos.
Cabe aclarar que la única mención que las escrituras sagradas hacen a estos personajes es en Mateo 2:1-12, donde dice: “Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo»”.
Que fueran reyes, que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltazar, y que llevaban incienso, mirra y oro como ofrendas son creencias que se fueron consolidando con la tradición oral y la mezcla de textos canónicos y no canónicos.
De lo que sí hablan las escrituras es de la ‘estrella de Belén’ o ‘estrella del Oriente’, conocida también como la ‘estrella de Navidad’, lo que ha causado que muchos astrónomos busquen una explicación científica de este fenómeno.
Cabe recordar que, según el portal meteorológico ‘Meteored’, los historiadores calculan que el nacimiento de Jesucristo no fue hace exactamente 2024 años. Si Jesús nació cuando César Augusto ordenó un censo de población, su llegada al mundo se ubicaría entre el año 8 y 6 a.C. Con este dato en mente, le dejamos las siete teorías de ‘Meteored’ de lo que pudo haber sido la estrella de Belén.
1. El cometa Halley
El cometa Halley, conocido oficialmente como 1P/Halley, es un cometa que orbita el sistema solar en un periodo de aproximadamente 75 años (que puede variar entre 74 y 79). El portal ‘Concepto’ explica que el Halley es el único cometa que puede observarse desde la superficie terrestre a simple vista, sin necesidad de usar artefactos especializados, lo que lo ha convertido en uno de los fenómenos astronómicos más populares de la historia.
La última vez que el cometa fue visible a simple vista desde la Tierra fue en 1986. Por ende, y tomando en cuenta irregularidades y variaciones, se calcula que este fenómeno pudo haber sido visible entre el año 10 y 11 a.C., lo que indica que esta pudo haber sido la estrella que vieron los Magos, con algunos pocos años de desfase.
2. La Luna eclipsando a Júpiter
El astrónomo Michael Morner de la Universidad Rutger en New Jersey, halló un manuscrito del siglo IV escrito por Maternus, que indicaría que este eclipse ocurrió entre el 20 de marzo y el 17 de abril del año 6 a.C.
3. Una nova
Otra de las teorías es que se pudo haber tratado de una nova, o una aparente nueva estrella que desaparece después de un tiempo. Según registros coreanos y chinos, una nova iluminó los cielos por 70 días en el año 5 a.C., lo que pone a esta teoría como una de las más sólidas. Según el Doctor Cockcroft del Planetario McCallion en la Universidad de McMaster, Ontario, la luz de una nova tiene la suficiente fuerza para ser la estrella de Navidad, y además cumple con el requisito de aparecer y desaparecer repentinamente.
4. Una estrella de Orión
Esta constelación se puede observar desde cualquier parte del mundo durante el mes de diciembre, y Rigel, la más brillante del conjunto, “emite 100 mil veces más energía que nuestro Sol y brilla 40 mil veces más”. Además, muchas personas conocen a las tres estrellas del cinturón, Mintaka, Alnilam y Alnitak como “los tres Reyes Magos”. Si fuera cierto que Jesús nació en diciembre, esta teoría tendría muchos adeptos. Sin embargo, como la Biblia nunca especifica la verdadera fecha, la hipótesis pierde un poco de fuerza.
5. Una triple conjunción
Se le llama conjunción cuando desde la tierra se observa un acercamiento aparente de dos o más cuerpos celestes en una pequeña región del cielo. Algo muy raro, no obstante, es que Júpiter y Saturno estén en conjunción tres veces en un periodo de tiempo muy corto. Según los expertos, pasa aproximadamente cada 900 años. Por lo tanto, el astrónomo británico David Hughes de la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, sostiene que la estrella se pudo tratar de una triple conjunción, que fue entendida como un presagio importante por los astrónomos de Babilonia.
6. Conjunción de Júpiter y Regulus
Otra vez se habla de una conjunción, pero no triple, sino entre Júpiter, el planeta más grande del sistema solar, y la estrella Regulus. Según los registros históricos, este fenómeno se dio entre los años 3 y 2 a.C., y fue tomado como la profecía de que un rey nacería en Judea. Para los astrólogos de Persia, Júpiter simbolizaba el reinado, y Regulus a un niño judío. Por ende, esta teoría también es una de las más sólidas.
7. La conjunción única
‘Meteored’ expone que esta es la más destacada de todas las teorías. Fue desarrollada por Grant Matthews, astrofísico y profesor de cosmología en la Universidad de Notre Dame, y dice que la ‘estrella de Belén’ habría sido producida por un extraño alineamiento planetario ocurrido en el año 6 a.C.
En él, el Sol habría estado en el primer punto de la constelación Aries, junto a Júpiter, a la Luna y a Saturno. Venus habría estado en Piscis, y Mercurio y Marte en Tauro. La cantidad de cuerpos celestes involucrados hacen que este evento astronómico haya sido completamente único y llamativo para quienes lo pudieron observar, por lo que tiene mucho sentido que haya sido tomado como un presagio, y además cuadra con la fecha del censo de César Augusto. Los astrónomos dicen que un fenómeno de este tipo solo se repite cada medio millón de años.