El magnesio desempeña un papel importante en la mejora de la calidad del sueño al aumentar la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el ciclo de vigilia y sueño.
Conciliar el sueño puede ser todo un desafío, especialmente cuando factores como la ansiedad, el estrés y una alimentación deficiente interfieren en el descanso.
A la hora de elegir qué comer antes de acostarse, es importante evitar alimentos perjudiciales como la cafeína, el azúcar y las grasas. En su lugar, se recomienda optar por una cena ligera y, a lo largo del día, incluir alimentos ricos en magnesio en la dieta.
¿Cómo influye el magnesio en el sueño?
El magnesio desempeña un papel esencial en numerosos procesos del cuerpo, incluyendo la regulación de la función muscular, la reducción de los niveles de azúcar en la sangre y la contribución a la formación de proteínas. Sin embargo, su función más destacada es su influencia en la producción de melatonina, la hormona responsable de regular los ciclos de sueño y vigilia.
Según el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, la melatonina se eleva de forma natural durante la noche, generada por el cerebro. A medida que se acerca el día, la presencia de esta hormona disminuye para facilitar el despertar.
La falta de sueño está asociada a una serie de riesgos físicos y emocionales.
Si bien existen suplementos y productos en el mercado que contienen melatonina, la mejor manera de estimular su producción en el organismo es a través de alimentos que incluyen frutas, vegetales y cereales.
¿Qué alimentos son ricos en melatonina?
- Cambur. Además de ser una fuente natural de magnesio, el plátano proporciona potasio. Puede consumirse en jugos durante la cena o como complemento de otras frutas.
- Nueces. Un puñado de nueces satisface el apetito y contribuye a un descanso adecuado. También ayuda a combatir la ansiedad. Aumenta la producción de dopamina, un relajante natural.
- Huevo. Este alimento ligero previene el estrés oxidativo y facilita el metabolismo de las proteínas y la energía. Se recomienda consumirlo al menos dos horas antes de dormir.
- Avena. La avena se destaca por su capacidad para reducir los niveles elevados de azúcar en la sangre y mejorar el tránsito intestinal, ayudando a eliminar el exceso de grasas acumuladas durante el día.
- Cerezas. Las personas que realizan ejercicio pueden beneficiarse de las cerezas debido a sus propiedades antiinflamatorias, que reducen los dolores musculares. Esto contribuye a prevenir molestias al dormir en una mala posición.