Erik Quiroga, ambientalista oriundo de Táchira y promotor de iniciativas ecológicas como llevar el Catatumbo al Récord Guinness en 2015, advirtió acerca de lo que sucederá una vez que termine la época de huracanes a finales de octubre. De acuerdo con sus estudios, indicó que es posible que en Venezuela se produzca una sequía extrema en los próximos meses.
El también ecologista explicó que varios factores coincidieron este año: el extremo calentamiento del océano Atlántico, el extremo deshielo del Ártico y el fenómeno de El Niño. «Es una combinación terrible», dijo para Radio Fe y Alegría.
Quiroga aclaró que lo que ocurre hoy en día es consecuencia del calentamiento global. Principalmente tiene que ver con el deshielo del Ártico (lugar que por sus condiciones climáticas actúa como un espejo y se refleja la luz del sol) fomenta la absorción del calor en la Tierra. Y se genera un efecto dominó. Una vez que el hielo se derritió, el calor evapora el agua y genera más lluvia. Esto aumenta los ciclos de lluvia y sequía y altera los patrones de viento. «Tras la sequía no se producen nubes. Todo eso se ha alterado por completo», dijo Quiroga.
«Ahorita nosotros estamos afectados por un ciclo de calor y lluvias extremas. Pero después nos va a quedar la sequía. Cuando pase la temporada de huracanes, entonces es que nos va a afectar realmente El Niño. Todo apunta a que viene una extrema sequía, y puede ser una histórica en Venezuela», alertó.
En cuanto a cifras, el especialista señaló que la temperatura sobre el Atlántico es la más extrema en los últimos 2.000 años. Y peor aún, los últimos 5 años han sido más cálidos que los últimos 1.995 años atrás. Por ello, siguió Quiroga, para este año estaba pronosticada una baja temporada de huracanes en el Atlántico y una alta de tifones en Asia. Sin embargo, contra todo pronóstico, esta ha sido una de las más activas desde 1960.
El calentamiento global en Venezuela
Además de lo que ocurre en los océanos, Quiroga señaló otro factor puede incidir en la sequía pronosticada para los últimos meses de 2023 e inicios de 2024.
«Nosotros tenemos el problema del Arco Minero, el problema de la intervención de las cuencas del río Caroní (donde está el embalse del Guri). Todas las intervenciones aumentan la sedimentación de las represas y también afectará el caudal del Caroní sobre la represa del Guri», agregó.
Por otra parte, el calentamiento global ha demostrado que es común la generación de fenómenos climáticos imprevisibles. «Hay una gran posibilidad de sequía en los llanos, y que esa sequía se extienda por todo el país hasta Colombia. Eso ocurrió en 2016. Es probable que ocurra porque permanentemente la Organización Mundial Meteorológica habla de que El Niño 2023-2024 será histórico por su intensidad», apuntó.
Sin embargo, aseguró, es poco lo que se puede hacer para revertir esta situación. Aun así, invitó a las personas a reciclar, a ser responsables con el consumo eléctrico y de agua y pidió evitar botar basura de forma indiscriminada. Y enfatizó en la educación: «Si los gobiernos se comprometen a una educación del jardín de infancia, de enseñarle a los niños la importancia de cuidar lo que se siembra, del reciclaje, de no botar basura, ahorrar agua y energía… Así se crean a los ambientalistas del futuro».
La capa de ozono
Quiroga es un ambientalista cuya carrera ha estado ligada a investigaciones acerca de la capa de ozono. Y sobre ello dio una buena noticia: confirmó que 99% de la sustancia que agotaba la capa de ozono se logró asimilar. Y de esa forma se está logrando la recuperación notable de la capa de ozono. Esto a la vez contribuye a frenar la radiación ultravioleta que afecta a los seres vivos y podría evitar el calentamiento global en medio grado. Pero las consecuencias seguirán afectando al planeta por décadas.
«Hay mucha confusión en lo que se refiere a la capa de ozono. ¿Entonces qué pasa? Hay éxito en la capa de ozono, pero ¿qué pasa con el cambio climático? En el año 1987 se propuso un acuerdo internacional para abordar el tema ambiental que afectaba al planeta. La vida se veía amenazada», dijo.
Sin embargo, aclaró que fue tan solo hace 15 o 20 años cuando se comenzó a abordar a fondo.
«Ya se plantea que para el año 2066 sobre el continente antártico va a desaparecer el agujero de la capa de ozono. Y que en 2045 se recupera en el Ártico y en el planeta será más inmediato porque será en 2040», afirmó.
Los destructores naturales de la capa de ozono son las tormentas solares y el vulcanismo (tienen cloro, óxido de nitrógeno, sulfuros y otras sustancias). «Pero siempre es la intervención humana lo que altera la naturaleza. La gente habla erróneamente del cambio climático y se habla de que lo produjo el hombre. No. El cambio climático es natural. Lo que ha hecho el hombre es acelerar ese proceso de cambio».
Añadió que el cambio climático es un proceso natural de la Tierra. Tanto así que en los últimos 10.000 años han ocurrido 5.
«Pero a partir de 1830 para acá todo cambió. Porque empieza el proceso de la revolución industrial, la deforestación y la contaminación atmosférica y de los ríos, los mares y los océanos que producen este problema», indicó.
El sábado 16 de septiembre se celebró el Día Mundial de la capa de ozono. Esta efeméride fue una iniciativa venezolana que Quiroga propuso a la Cancillería el 15 de octubre de 1993 a propósito del Protocolo de Montreal.
«Es el convenio internacional más útil de la historia de las Naciones Unidas. Logró poner de acuerdo a gobiernos, industriales, ambientalistas y científicos. Hay que recordar que este convenio tuvo un éxito completo», expresó.