Tras más de 150 años de ser un faro en la divulgación científica, la icónica revista estadounidense Popular Science ha marcado el cierre de un capítulo en su historia al anunciar la interrupción definitiva de su edición en papel. Fundada en 1872, esta publicación se ha erigido como un testigo privilegiado de los avances tecnológicos y científicos más significativos de los últimos siglos.
Desde sus páginas, Popular Science ha documentado hitos históricos que marcaron épocas, desde la invención del teléfono y el automóvil hasta la llegada de la luz eléctrica y el fonógrafo. Con contribuciones destacadas de figuras como Alexander Graham Bell, Thomas Edison, T. H. Huxley y Louis Pasteur, la revista se convirtió en un referente indiscutible en la divulgación científica, abarcando áreas como la teoría de la evolución y destacando las obras de Herbert Spencer y otros teóricos.
Sin embargo, el avance incesante hacia la digitalización ha llevado a Popular Science a tomar una decisión trascendental. Según Cathy Hebert, directora de comunicaciones de Recurrent Ventures, entidad propietaria de la revista, la transición hacia un mundo más digital y los cambiantes hábitos de lectura han sido determinantes en la decisión de abandonar la versión impresa.
Hebert explica que, si bien la marca Popular Science sigue siendo robusta, el foco debe desplazarse hacia nuevas formas de contenido. La revolución digital exige una evolución en la estrategia de contenidos que vaya más allá de las revistas impresas. La combinación de un equipo de noticias eficiente, contenido de comercio electrónico, videos y otras iniciativas multimedia se erige como el nuevo camino para alinear el contenido con la visión actual de Popular Science.
Este cambio no es repentino; ha sido un proceso en desarrollo. En 2018, la revista pasó de ser mensual a trimestral y, posteriormente, en 2020, eliminó por completo su edición impresa. No obstante, la versión digital de Popular Science, junto con su suscripción PopSci Plus, continuará ofreciendo contenido exclusivo y acceso al vasto archivo histórico de la revista.
Aunque la despedida de la versión impresa marca el fin de una era, también abre un nuevo capítulo en el compromiso de Popular Science con la divulgación científica. Este cambio ejemplifica la adaptación del periodismo científico a un panorama mediático en constante transformación.
En un mundo donde la información se consume predominantemente en formatos digitales, revistas como Popular Science se enfrentan al reto de reinventarse para seguir siendo relevantes y accesibles para su audiencia global. Este cambio resalta la importancia de la divulgación científica en la era digital y subraya el papel crucial que desempeñan las publicaciones especializadas para mantener informado al público sobre los avances científicos y tecnológicos.
El cese de la impresión de Popular Science no solo representa el fin de una etapa, sino que marca el comienzo de una nueva narrativa digital, donde la revista busca mantener su legado en la vanguardia de la divulgación científica para las generaciones venideras.