Puede parecer la obra de algún artista plástico.
Sin embargo, es la última imagen del cosmos que produjo el telescopio Hubble y que fue publicada este viernes por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) al cumplirse 30 años desde que orbita la Tierra.
Se trata de «una imagen colorida que se asemeja a una versión cósmica de un mundo submarino lleno de estrellas», describe el sitio web del famoso telescopio.
Y por esa similitud con la profundidad del océano lleva el nombre de «Cosmic Reef» (Arrecife cósmico).
Pero ¿qué muestra en concreto la imagen?
Tormenta de fuego
La imagen compartida por la NASA es un retrato de una tormenta de fuego por el nacimiento de estrellas en una galaxia vecina.
Según la descripción, la gran nube de color rojo (a la derecha), conocida como NGC 2014, es una agrupación de estrellas brillantes que están ubicadas en su centro, cada una de 10 a 20 veces más grande que el Sol.
La radiación ultravioleta de las estrellas calienta el denso gas que las rodea y ese color rojizo indica la presencia de hidrógeno y nitrógeno en el espacio.
«Las estrellas masivas también desencadenan vientos feroces de partículas cargadas que expulsan gas de baja densidad, formando las estructuras con forma de burbuja que se ven a la derecha», aclara la NASA.
Los poderosos vientos estelares de las estrellas empujan el gas y el polvo hacia el lado izquierdo más denso de la nebulosa, donde se acumula, creando una serie de crestas oscuras bañadas por la luz de las estrellas, explica el comunicado que acompaña la foto.
Las «pinceladas» azuladas más pequeñas que está dentro de NGC 2014 muestran el brillo del oxígeno, calentado a casi unos 11.000 grados Celsius, por la explosión de la luz ultravioleta.
Por otra parte, en el extremo inferior izquierdo se muestra una nube azul más pequeña, que tiene el nombre de NGC 2020 y creada por una solitaria estrella mamut 200.000 veces más brillante que nuestro Sol.
La estrella expulsó el gas azul a través de una serie de eventos eruptivos durante los cuales perdió parte de su envoltura exterior.
Toda esta zona de estrellas es parte de una vasta región de formación estelar en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina de la Vía Láctea, ubicada a 163.000 años luz de distancia.
«El Hubble nos ha dado una visión sorprendente del universo, desde los planetas cercanos hasta las galaxias más lejanas que hemos visto hasta ahora», dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencias en la sede de la NASA en Washington.
En sus 30 años de vida, el telescopio Hubble realizó 1,4 millones de observaciones y proporcionó datos que los astrónomos de todo el mundo han utilizado para escribir más de 17.000 publicaciones científicas revisadas por pares, lo que lo convierte en el observatorio espacial más prolífico de la historia.