Con excepción de China, donde las personas con mayor poder adquisitivo utilizan los equipos más costosos de Huawei y los de recursos más bajos utilizan iPhone, en el resto del mundo lo más común es ver cómo las personas se desviven por un smartphone de Apple, pues ante los ojos del consumo poseer un iPhone podría aumentar su status.
A esto debemos sumar que la llegada de las redes sociales ha jugado un papel fundamental para que los jóvenes dirijan su atención al estilo de vida que llevan los llamados influenciadores y celebridades que siguen en estas plataformas, cuyas publicaciones generalmente de alta calidad presumen de ser capturadas con equipos de alta gama.
Aunque no se puede negar que plataformas como Facebook, Instagram, Snapchat, TikTok, entre otras, tienen muchos aspectos positivos en la vida de las personas, lamentablemente también son bastantes los factores negativos, especialmente para los más jóvenes, quienes debido a largas horas al día usando las redes sociales comienzan a sufrir problemas relacionados con la salud mental como depresión, ansiedad, dificultad para dormir e inseguridad.
Usar iPhone
Un artículo publicado por Financial Times detalla cómo Apple ha capturado a la Generación Z en Estados Unidos, efecto que también viene creciendo en el resto del mundo. Esto ha dado paso a una presión social sobre la Generación Z (nacidos a partir de 1996) en dicho país, quienes ahora representan 34% de todos los propietarios de iPhone, frente a 10% de Samsung, según datos de Attain. Una diferencia bastante amplia entre ambos sistemas operativos que es mucho más equilibrada entre usuarios de otras generaciones.
El impacto de la compañía es tal que los usuarios más jóvenes sienten temor de ser excluidos por no tener un iPhone, un fenómeno que ya tiene nombre propio: The green bubble shame o “la vergüenza de la burbuja verde”, término que hace referencia al color de las burbujas de los chats en Android.
Lo curioso de esto es el motivo, pues la mayoría de las personas de la Generación Z utilizan su teléfono celular para socializar con amigos y familiares, por lo que en los últimos años viene creciendo el ridículo fenómeno que hace que quienes usan un dispositivo Android se sientan excluidos de los grupos de amigos y círculos sociales en general, según detalla el informe.
Dado que los teléfonos Android no tienen la capacidad de integrarse de manera correcta a las conversaciones del sistema iMessage de Apple (preferida por el público), cuando una persona envía un mensaje desde un Android en un chat grupal o individual con propietarios de iPhone, hace que los mensajes salientes de todos los usuarios se pongan en color verde, en lugar de azul, por lo que la conversación pasa de iMessage al tradicional sistema de SMS, limitando las posibilidades de interacción que ofrece Apple a lo básico de los SMS.
¿Cómo influye esto en jóvenes de América Latina?
En países de Latinoamérica no es tan común comunicarse a través de iMessage, pues predominan aplicaciones multiplataforma como WhatsApp, lo que elimina cualquier posibilidad de que los jóvenes sean excluidos por usar determinado sistema operativo. Aun así, el poder de Apple también toca a la Generación Z de América Latina.
En una región históricamente desigual, el impacto de las redes sociales hace no solo que los jóvenes sueñen con ser youtuber o influencer, sino que también trae consigo una especie de presión social en la que tener un iPhone les permitirá “verse mejor” en sus publicaciones y gozar de un estatus superior ante su círculo social.
Esa es una de las razones por las que, en los últimos años, se ha hecho más común que el primer regalo pedido por los jóvenes a sus padres en momentos importantes como la graduación del bachillerato, los festejos de 15 años, entre otros, sea precisamente un iPhone.
Sin embargo, vale la pena mencionar que en la mayoría de los países de la región los jóvenes no representan buenas ventas para Apple, ya que una gran parte de los iPhone que posee la Generación Z son dispositivos de segunda mano. De hecho, las cifras indican que en Latinoamérica Apple ocupó el cuarto lugar en el ranking de mayores vendedores en 2022 con apenas 6% de cuota de mercado, según el último informe de Counterpoint Research, lejos de Samsung (41,6%), Motorola (21%) y Xiaomi (13%).
Aunque gobiernos de primer mundo están avanzando hacia una regulación más fuerte sobre las empresas propietarias de redes sociales con el objetivo de garantizar la protección de los jóvenes, esto parece que no tendrá un efecto positivo en el corto plazo.
Apple sabe muy bien que mantener iMessage exclusivo para dispositivos iPhone impulsa sus ventas, de hecho la compañía se ha negado en adoptar el sistema Rich Communication Services (RCS), el nuevo estándar impulsado por Google para ser adoptado por toda la industria móvil, pues representa una gran evolución a los SMS.
Por Sergio Ramos
Editor en Social Geek, y contribuidor en Entrepreneur y Forbes en Español. Experto en temas de tecnología que disfruta aprendiendo sobre startups, emprendimiento e innovación.