Spotify, la plataforma de audio número uno del mundo, alcanzó 515 millones de usuarios activos al final del primer trimestre, 22% más que el año anterior, muy por encima de las expectativas, anunció el grupo sueco el martes.
Los analistas esperaban un número total de 501,5 millones de usuarios activos, nivel superado gracias a las recientes campañas publicitarias, sostuvo Spotify.
Sin embargo, el grupo profundizó considerablemente sus pérdidas operativas de enero a marzo, registrando un quebranto de 156 millones de euros (25 veces mas que en el primer trimestre de 2022), vinculado en particular a los costes de reestructuración y a las cargas sociales.
La facturación saltó 14% en el primer trimestre de este año, hasta los 3.000 millones de euros, aunque por debajo de las expectativas de los analistas que esperaban 3.400 millones.
El número de suscriptores que pagan por el servicio aumentó un 15% hasta 210 millones, impulsado según el grupo por un buen crecimiento en todas las regiones y particularmente en América Latina.
«Tuvimos nuestro mejor primer trimestre desde nuestra salida a bolsa en 2018, con casi todos nuestros indicadores de rendimiento superaron (nuestras) expectativas», celebró Spotify.
La plataforma, con sede en Estocolmo pero cotizada en Nueva York, fue rentable en determinados trimestres. Pero regularmente tiene pérdidas, a pesar de un deslumbrante crecimiento en el número de suscriptores y de una ventaja sobre sus competidores como Apple Music o Amazon Music.
Líder histórico del streaming de música legal, Spotify ha invertido más de mil millones de euros en el podcast en los últimos años, convirtiéndose también en ese producto en el número uno mundial.
Pero la rentabilidad aún está por demostrar, según los analistas, cada vez más escépticos.
El desarrollo del podcast también ha sido fuente de controversia, en particular con la estrella estadounidense Joe Rogan, acusado de difundir información falsa en sus programas.
El grupo es criticado regularmente tanto por artistas no famosos, como famosos, por un pago que se considera insuficiente por cada «escucha».