Los valles de la Meseta Antártica Oriental, que tienen una elevación que oscila entre los 8.202 y 13.123 pies sobre el nivel del mar, que están cubiertos de nieve y se encuentran cerca del polo sur, acaban de ser catalogados como el lugar más frío del mundo.
Según lograron confirmar científicos de la Universidad de Colorado en Boulder, durante los inviernos del 2004 hasta el 2016 se han logrado percibir en días de cielos claros temperaturas de hasta -144 grados Fahrenheit. Esta cifra establecería un récord mundial.
Las mediciones se obtuvieron en una reexaminación de datos que históricamente se han obtenido a través de satélites de banda térmica de la NASA y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), principalmente en los meses de julio y agosto, publicaron el pasado 25 de junio los expertos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (Nsidc, en inglés) de la Universidad de Colorado en la revista Geophysical Research Letters.
Hace cinco años, estos mismos científicos habían estipulado que estos valles del centro de la Antártida eran el lugar más frío del mundo. Sin embargo, registraron que las temperaturas habían alcanzado los -135 grados Fahrenheit.
Además de disminuir las gélidas temperaturas a -144 grados Fahrenheit, este nuevo estudio estipuló otras condiciones en las que se registra este frío extremo. Por ejemplo, se informó que no solo es necesario que los cielos están despejados, sino que también el clima esté extremadamente seco.
“Las ocurrencias de temperaturas ultrabajas se correlacionan con la fuerte circulación del vórtice polar”, dice el estudio.
Se añade que son “causadas por el intenso enfriamiento radiactivo de la superficie de la nieve, durante los períodos prolongados de invierno con cielos despejados, vientos débiles y atmósfera muy seca”.
El estudio especifica que fue en los inviernos de 2004, 2008 y 2015 cuando se captó la mayor zona con temperaturas de -117 grados hasta -130 grados Fahrenheit. Mientras, se especificó que fue el 23 de julio de 2004 que se registró la temperatura más baja de la historia, la de -144 grados.
Los expertos han justificado estas ultrabajas temperaturas al compararla con la más baja registrada por una estación meteorológica en la Antártida. La misma se captó el 21 de julio de 1983 en la estación que mantiene Rusia en Vostok. Fue de -128 grados Fahrenheit.
«La temperatura medida desde los satélites es la de la superficie de la nieve, no del aire. De modo que el estudio estimó también las temperaturas del aire con las estaciones meteorológicas automáticas cercanas y los datos satelitales», aclararon los autores para justificar sus conclusiones.
Cabe destacar que el hecho de que los datos hayan sido obtenidos por mediciones satelitales y no a través de termómetros mantienen escépticos a ciertos científicos sobre este récord en temperatura.
En un comunicado publicado por el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina, que tiene parte de su territorio y bases en la Antártida, se estipuló que “se sabe que los valores estimados por satélites pueden reflejar la temperatura de algunas nubes o de la nieve, y no el valor exacto del aire cercano a la superficie. Por todo esto, algunos científicos se mantienen escépticos a este nuevo récord, ya que sólo se podrá verificar una vez que se instalen estaciones meteorológicas terrestres, lo cual se prevé para los próximos años”.
“Hasta este momento, el valor más bajo de temperatura medido en nuestro planeta se registró en la base rusa de Vostok, en el este de la Antártida, y fue de -128 grados Fahrenheit. No obstante, se sospecha que pueden existir regiones en ese continente donde las temperaturas pueden ser todavía más bajas”, agrega el reporte meteorológico.
Argentina tiene varias estaciones meteorológicas en la Antártida. La más cercana a la Meseta Antártica Oriental es la de Belgrano. Esta estipula que hoy la sensación térmica, la cual mide la temperatura actual con el viento, alcanzó los -51 grados Fahrenheit.
¿Es posible vivir a estas temperaturas?
La web Cool Antactica establece que en el continente blanco, que mide más de 150 millones de pies cuadrados, nunca hubo población indígena.
Además, se afirma que “las personas que viajan o viven en la Antártida caen en dos grupos, aquellos que trabajan y viven como científicos en estaciones meteorológicas o bases, y los turistas”.
“Nadie vive en la Antártida indefinidamente como en el resto del mundo. No hay industria comercial, pueblos ni ciudades”, se indicó, al destacar que los periodos sin luz pueden durar hasta 20 horas.
En la Antártida, 20 países tienen más de 40 bases permanentes, siendo Argentina la que más bases de este tipo posee con un total de seis. Se trata de las bases Marambio, San Martín, Belgrano II, Orcadas, Carlini y Esperanza. Sus habitantes son científicos o miembros de las Fuerzas Armadas que dan apoyo a los mismos.