A pesar de que se habla del punto G en las mujeres con más frecuencia, los hombres también tienen uno. La próstata, o «punto G masculino», es un pequeño órgano que se ubica entre la base del pene y el recto, se encuentra justo debajo de la vejiga y alrededor de la uretra.
De acuerdo con Susan Milstein, educadora sexual y profesora del departamento de mejoramiento de la salud, ciencias del ejercicio y educación física de Montgomery College en Maryland-citada en la revista estadounidense Esquire– este contiene «muchas terminaciones nerviosas, casi tantas como el clítoris, y por eso quienes estén dispuestos a explorarlo pueden descubrir una nueva esfera de placer».
Según la organización norteamericana especialista en salud sexual y reproductiva Planned Parenthood, la próstata es sensible al placer. Para la entidad, si se hace presión al perineo- el área entre el escroto y el ano- estimula la próstata. No obstante, no se conoce a ciencia cierta cómo dicho órgano genera esta sensación.
Para el portal Medical News Today, una investigación en 2018 sugiere que existen dos formas diferentes en las que la próstata puede proporcionar placer en los hombres: la primera teoría estima que la próstata, el pene y la uretra están conectados a un grupo de nervios que se ubican cerca a la columna vertebral. Un orgasmo podría activar dichos nervios y generar placer sexual.
En segunda medida, otra teoría involucra al cerebro, el cual puede hacer que una persona encuentre más placentera la estimulación de la próstata, debido a que “este proceso puede hacer que el cerebro espere más placer cada vez que la próstata recibe estimulación”, concluye el portal.
No obstante, para los expertos, no es necesario tener próstata para tener un orgasmo, en el caso de aquellos hombres a quienes se les ha extirpado dicho órgano durante una prostatectomía radical (PR).
Por otra parte, además del placer sexual, la próstata es un órgano importante. El líquido de la próstata comprende 30% del semen que aparece después de la eyaculación y protege el esperma del líquido que de otra manera lo mataría dentro del cuerpo.
¿Cómo estimular el punto G de los hombres?
Una de las revistas masculinas más importantes del mundo- Men’s Health– explica que el primer paso para explorar el punto G de los hombres es comenzar con un masaje externo en el perineo (también conocido como grundle o taint), que se encuentra entre los testículos y el ano.
«El perineo es una zona erógena muy sensible, pero que a menudo se pasa por alto», recalca la publicación, que agrega que «si el masaje externo te gusta, introduce el dedo (ya lubricado) en el recto en dirección al ombligo. A unos cinco centímetros, deberías poder sentir la próstata».
Por su parte, Uchenna Ossai, consultora sexual-citada en la revista Esquire-explica que «la respiración es esencial para el juego anal, prostático y pélvico. Si aguantas la respiración tu cuerpo reacciona como si fuera una situación tensa y se contrae, incluso ahí abajo».