El covid-19 causa diversas enfermedades en los niños y adolescentes sanos. Aunque en la gran mayoría ocurren de manera asintomática o con síntomas leves, existe una pequeña cantidad de niños que desarrollan síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C). El síndrome es una afección pediátrica poco frecuente pero que puede poner en peligro la vida del paciente. Además, puede causar una inflamación grave en órganos como el corazón, el cerebro, los pulmones, los riñones y el sistema gastrointestinal.
El diagnóstico y el tratamiento del MIS-C son difíciles porque los síntomas respiratorios y gastrointestinales pueden ser similares a los del covid-19 grave pero en niños. Otras características del MIS-C son muy similares a la enfermedad de Kawasaki, que provoca la inflamación de los vasos sanguíneos, y con el que se confundía al inicio de la pandemia.
Mucho se ha avanzado desde el desconcierto inicial ante su aparición. De hecho una pequeña investigación muestra que los problemas cardíacos en niños hospitalizados con síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C) desaparecieron en su mayoría en unos pocos meses.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Columbia Vagelos College of Physicians and Surgeons y NewYork-Presbyterian, acaba de publicarse en la revista Pediatrics. Realizado en una muestra de 45 pacientes con MIS-C, es el primero en América del Norte en informar sobre los resultados cardíacos e inmunológicos longitudinales en niños hospitalizados con MIS-C.
“Es un alivio que este estudio muestre que la mayoría de las manifestaciones cardíacas e inmunológicas graves que vimos en los niños con MIS-C se resolvieron rápidamente”, señaló Kanwal M. Farooqi, profesor asistente de pediatría en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia y primer autor del estudio.
MIS-C es una condición poco común provocada por una infección por SARS-CoV-2 que causa una inflamación generalizada en todo el cuerpo. Muchos niños con MIS-C eran asintomáticos o tenían síntomas leves de covid-19 al principio, pero semanas después desarrollaron una variedad de síntomas no respiratorios que incluían dolor abdominal, erupciones cutáneas, anomalías cardíacas y, en algunos casos, shock vasodilatador (presión arterial extremadamente baja).
Algunos de los primeros casos de MIS-C en Estados Unidos fueron atendidos en la primavera de 2020 por pediatras de Columbia en el New York Presbyterian Morgan Stanley Children’s Hospital. “Fue a la vez desafiante y aterrador, porque no sabíamos cómo les iría a estos pacientes a largo plazo. Especialmente en términos de anomalías cardíacas e inmunológicas, que eran los problemas más importantes en ese momento”, señala Farooqi.
Cuando ingresaron por primera vez en el hospital, la mayoría de los 45 niños (edad promedio de 9 años) en el estudio estaban críticamente enfermos y requerían cuidados intensivos. Casi 80% de los niños tenía algún tipo de disfunción cardíaca y casi la mitad tenía anomalías cardíacas de moderadas a graves.
Dos tercios de los niños experimentaron una disminución temporal en la cantidad de glóbulos blancos durante su estadía en el hospital. La mayoría tenía un aumento en los marcadores inflamatorios y más de la mitad también tenían marcadores cardíacos específicos elevados que indicaban una lesión cardíaca.
¿Cuál fue el tratamiento?
Los médico trataron a los niños con esteroides y la mayoría recibió inmunoglobulina e inmunomoduladores intravenosos. Un tercio recibió asistencia respiratoria, aunque ninguno requirió ECMO (una máquina externa de soporte vital). Más de la mitad recibió terapias para aumentar y mantener la presión arterial.
“Estos niños estaban bastante enfermos, pero en nuestro hospital la mayoría de los pacientes respondieron rápidamente. Recibieron el alta en unos cinco días”, explicó Farooqi.
Los investigadores encontraron que las anomalías inmunológicas y los marcadores de lesión cardíaca volvieron a la normalidad unas pocas semanas después. A los cuatro meses, la mayoría de las anomalías cardíacas se habían resuelto, incluidas todas las anomalías de las arterias coronarias.
“Es reconfortante que nuestros resultados cardíacos e inmunológicos fueron similares a los informados en un estudio retrospectivo reciente”, explica Farooqi.
La mayoría de los niños continuaron bien varios meses después de ser hospitalizados con MIS-C.