La NASA divulgó nuevos datos recopilados por la sonda Cassini instantes antes de llegar al final de sus dos décadas de misión espacial, desintegrándose en la atmósfera de Saturno como había previsto la agencia aeroespacial.
En su último servicio a la ciencia, la sonda Cassini no sólo cumplió con el objetivo de obtener imágenes inéditas hasta la fecha. Además, consiguió información sobre la presencia de gases en un punto del universo, que jamás había sido explorado.
“A la ‘nariz’ electrónica de la Cassini le tocó encontrar numerosas sorpresas, al olisquear gases en la región existente entre el planeta y sus anillos, la cual nunca había sido explorada previamente”, señaló la NASA en un comunicado.
Los datos aportados por la pequeña sonda confirmaron que diversos tipos de moléculas se precipitan desde los anillos sobre el planeta, que habían sidos previstos por el equipo de investigación de la misión.
Sin embargo, lo que tomó por sorpresa a los especialistas fue la detección de partículas de metano, una molécula especialmente volátil y que la NASA no esperaba encontrar allí.
Estos nuevos datos fueron recopilados el pasado 15 de septiembre, cuando la sonda entró en la última fase de su misión, bautizada por la agencia espacial como “Grand Finale”, que tenía como objetivo destruir la nave como aprovechar el descenso para conseguir una serie de datos imposibles de obtener de otra manera.
Por lo tanto, una vez que el combustible de la nave estaba prácticamente agotado, el equipo de la misión dejó que la sonda se precipitara en la atmósfera de Saturno, evitando una posible choque con alguna de las lunas próximas, lo que podría haber contaminado futuras investigaciones.
Se calcula que científicos de todo el mundo tardarán décadas en analizar toda la información obtenida por la Cassini, desde que fue lanzada el 15 de octubre de 1997, en la emblemática base de Cabo Cañaveral (Florida).